Los diputados de la Asamblea Legislativa de Kiev (ALK) decidieron excluir por completo el idioma ruso de los programas docentes de las instituciones capitalinas de educación preescolar y media general, medida que calificaron como «cuestión de seguridad nacional» en medio de la guerra entre ambas exrepúblicas soviéticas.

«El idioma ruso se eliminará del todo de los programas docentes de las instituciones de educación preescolar y media general comunitarias de la capital. Tal decisión se tomó el 10 de noviembre en una reunión plenaria de la ALK», comunicó este viernes la Asamblea en su web, recogió la agencia de noticias Sputnik.

El presidente de la comisión de la ALK para la educación y ciencia, Vadim Vasilchuk, dijo que en la situación del conflicto con Rusia es incorrecto incluir la enseñanza de la lengua rusa en los programas docentes y señaló que es un «asunto de seguridad nacional».

Anteriormente, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexei Danilov, declaró que el idioma ruso «debe desaparecer del territorio de Ucrania» y calificó de peligrosa para el Estado ucraniano la idea de que es necesario lograr comprensión mutua con los ciudadanos de habla rusa.

La Asamblea Legislativa de la ciudad de Nikolaev había tomado la decisión de excluir a partir del 1 de septiembre pasado el uso de la lengua rusa en las instituciones de educación media general. La prohibición del idioma ruso adquirió un carácter masivo en Ucrania durante los últimos años.

El ucraniano es el idioma oficial del país. La Constitución de Ucrania garantiza el uso libre y la protección a la lengua rusa y otras de minorías étnicas. Pero el Parlamento de Ucrania aprobó en abril de 2019 la ley «De la garantía del funcionamiento del idioma ucraniano como estatal», estipulando su uso exclusivo en casi todas las esferas de la vida, y se instituyó una comisión especial para garantizarlo en la práctica.

Para entonces, ya hacía cinco años que el país sufría un enfrentamiento interno entre el gobierno central y las provincias de Lugansk y Donetsk, limítrofes con Rusia y cuya población es rusoparlante y está arraigada fuertemente a la cultura del país vecino.

Ese enfrentamiento entre el ejército ucraniano y las milicias prorrusas que reclamaban su independencia o al menos alguna forma de autonomía se desarrolló durante ocho años con un resultado de alrededor de 15.000 muertos, según la ONU, y fue uno de los principales motivos que esgrimió Rusia cuando invadió Ucrania el 24 de febrero de este año.