Luego de haber recorrido el sur de Brasil marcando la preponderancia del voto bolsonarista, una región dura, profundamente religiosa y despolitizada. Y también después de describir el nordeste opuesto, tanto en lo que hace a la alegría, a la esperanza y al favoritismo decidido por el retorno de Lula a la presidente. Así, luego haber llegado a esta San Pablo súperindustrial y también partidaria finalmente a Bolsonaro, sorpresivamente porque los augurios eran que ganaría por 7 puntos el PT y terminó 10 puntos abajo, y se estima que la situación ahora será más comprimida pero no muy diferente en este domingo.

No obstante el clima con que se llegó al recuento de votos con la enorme ilusión final al pueblo de que gane Lula, aún por un margen que sea pequeño. Luego de un fuerte repunte en el sur y una consolidación en el norte y en el nordeste, tras la primera vuelta.

El clima durante el día fue de una enorme expectativa.

Sin embargo, también hubo muchos motivos de preocupación: el bolsonarismo convocó a votar por la mañana, impulsaba con fuerza este aspecto y por otro lado, la policía ponía retenes en muchos sectores enturbiando la posibilidad de que las elecciones se desarrollasen normalmente. Se esperaba que la policía persiguiera a los votantes del PT hasta último momento y que eso finalmente le restara votos. Específicamente en Brasil no está prohibido hacer campaña durante el día de las elecciones, de forma pacífica, por las calles. Uno puedo llevar sus identidades políticas, así como con camisetas. Los bolsonaristas por supuesto llevan las camisetas de la selección de fútbol, mientras que los petistas llevaban sus banderas rojas, o pilotines con la cara de Luiz Inácio Lula da Silva. Claro que siempre hubo mucho miedo de posibles coches o por el accionar policía que podían sacarle el carnet de votación. Para evitar que voten o quitarle simplemente evitar interés en que voten a Lula, o a Hada.

Las expectativas son muchas. El bunker de Lula es en el hotel intercontinental de san Pablo. Mientras el Hotel Pestaña será el de Hadad. Allí estaremos.

Los primeros resultados de los votos contados favocen a Bolsonaro. Pero eso era lo esperable. Recién a las 20 se sabrá el resultado o la tendencia definitiva. Lula, cuando lo sepa, confirmaría su visión sobre el eventual triunfo y el destino de este Gigante Latinoamericano.

Ojalá que por entonces todos puedan festejar en la avenida Paulista.