El Foro de Sao Paulo, la mayor unidad en la diversidad de las fuerzas progresistas y de izquierdas de América Latina y el Caribe, termina de reunirse en Caracas. Es posible que much@s se hayan enterado de su realización a través del maltrato mediático que sufre la República Bolivariana y que también recayó sobre el Foro.

Quienes allí estuvimos, por el contrario, fuimos recibidos por la calidez de un pueblo amoroso y solidario que sabe que la principal causa de sus inconvenientes es el castigo que lanza Washington contra quienes osan ejercer la independencia. Pero mientras el odio imperial se descargaba, cientos de representantes de partidos políticos y movimientos sociales festejaban la llegada, por primera vez al Foro, del Movimiento de Regeneración Nacional de México, la fuerza que encabeza el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. Y se abrazaban al encontrarse con la delegación independentista de Puerto Rico, alborozada por traer la noticia de que el pueblo movilizado había sacado del gobierno a Ricardo Roselló, el virrey de los yanquis, y generado una enorme crisis política al estatus colonial que todavía sufre esa Nación hermana. Si hasta Fukuyama reconoce ahora que la historia no ha llegado a su fin. La Venezuela chavista, La Revolución cubana, Nicaragua sandinista y la Bolivia de Evo recibieron las mayores muestras de solidaridad. Los crímenes cotidianos de la oligarquía colombiana contra los acuerdos de paz, la Administración Trump y el FMI, las principales condenas.

L@s argentin@s pudimos contar con el apoyo unánime para la causa soberana de las Malvinas y para la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández. Los mismos respaldos tuvieron las candidaturas de Evo Morales y Álvaro García Linera de Bolivia, así como las de Daniel Martínez y Graciela Villar del Frente Amplio uruguayo, cuyos procesos electorales culminarán también en octubre próximo. La libertad de Lula y de tod@s l@s pres@s políticos de la región estuvo entre las principales resoluciones. Y la preocupación por una ofensiva continental contra los derechos laborales y previsionales resultó un planteo común de muchos países, lo cual confirma que son medidas impulsadas desde los centros del capital global que, en su crisis, necesitan extraerle nuevas cuotas de plusvalor a l@s trabajador@s.

Llegaron representaciones fraternas de EE UU y Canadá, Europa, Asia, África y Oceanía. Las delegaciones de China y de Rusia recibieron el agradecimiento por el respaldo de sus países a Venezuela, algo que es botón de muestra de que “el mundo” no es el que Macri trata de describirnos.

Un saldo importante de las deliberaciones del FSP es que la pretensión de los neoliberales de sostenerse en los gobiernos con sus políticas recesivas y antisociales, restrictivas de las conquistas y derechos de las mayorías, es contradictoria con una democracia plena. Abre campos a la posibilidad de que sufran derrotas electorales, pero alienta a su vez las tendencias autoritarias de fraudes y de recorte de las libertades. Hay sin embargo un factor que no pueden controlar siempre, que es la voluntad de los pueblos, cuando estos deciden expresarse, manifestarse y actuar.

Este foro apunta a una pronta reformulación de la correlación de fuerzas regional a favor de movimientos populares, democráticos, nacionales y de izquierda. Apunta a volver, mejores. «