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(Foto: AFP)

El estallido social de Chile, ex niña mimada del neoliberalismo regional, que reclama por las inmensas desigualdades sociales, encuentra su contraparte en la feroz represión de los carabineros, la policía militarizada de ese país. En un continuum de tres meses y medio (y contando) sin parangón, las protestas, las más masivas y las menos, se producen a diario en diferentes ciudades del país. Y el aparato represivo estatal se muestra acerado y sin piedad. La noche del martes 28, los 30 mil hinchas de Colo Colo y Palestino se unieron en un cantito contra el presidente Sebastián Piñera, a la salida del partido un móvil de Carabineros a toda velocidad atropelló a Jorge Mora, uno de los espectadores. La reacción no se hizo esperar, y este jueves se vivó una de las jornadas más violentas en lo que va del 2020, con dos muertos (un atropellado y otro que recibió un balazo en la cabeza), 124 detenidos y 46 carabineros heridos.

Violencia que genera violencia. Luego del asesinato de Mora, las autoridades anunciaron que no realizarán cambios en la conducción de la fuerza policial, la noticia caldeó los ánimos y dio pie a violentas reacciones en varios puntos del país, las más graves desde el comienzo de las protestas en octubre de 2019. Los manifestantes en Santiago atacaron varios puntos de transporte público, en uno de esos casos, un grupo de gente tomó un micro y al avanzar atropellaron a un manifestante de 22 años, quien murió en un hospital cercano, mientras que el que había tomado el lugar del conductor fue linchado por los presentes y se encuentra en grave estado en otro hospital.

Ariel Jesús Moreno Molina, de 24 años, que protestaba la comuna Padre Hurtado, al sur de Santiago recibió un disparo en la cabeza, que según la denuncia de sus familiares provino de la comisaría frente a la que se manifestaba. Varios carabineros resultaron heridos, dos de ellos fueron baleados al intentar detener a unas personas que saqueaban una comercio, mientras que un tercero fue atropellado por una camioneta que huía luego de saquear un supermercado incendiado, informó la fuerza de seguridad chilena.

Todo esto sucede mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se encuentra en el país trasandino recopilando testimonios y denuncias sobre hechos de violencia institucional ocurridos en los últimos 100 días. Además de las muertes, las detenciones ilegales, se toma testimonio a los afectados por daño ocular, al momento la cifra que se dio a conocer es de 405 casos, de los cuales 372 presentaron lesión o trauma, y 33 de ellas perdieron un ojo y tres personas ambos. Los casos son paradigmáticos por la saña en el uso de la fuerza de los carabineros, al punto que el dibujo de ojos se ha vuelto un emblema se encuentran las paredes de todo Chile.

La vulneración de los Derechos Humanos y el respaldo a los uniformados por parte del presidente Piñera y la coalición gobernante son una constante en el Chile de hoy, sin embargo el oficialismo sí aprobó una “Ley Antisaqueos”, que endurece las penas contra los 24 acusados de robo en lugar no habitado. Pese a la oposición del Frente Amplio, que incluso recurrió sin éxito a la inconstitucionalidad, esa ley fue aprobada en un trámite exprés.

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos, Nobel de Paz en 2016, sugirió al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que sienta empatía ante los reclamos de los manifestantes chilenos: “Hay una virtud que ningún gobernante debe olvidar, si tienen la capacidad de sentirla: crear empatía. La empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, de entender sus angustias, sus sueños, sus frustraciones y en esa forma poder comenzar a buscar puntos de coincidencia”, manifestó.

Santos, que gobernó Colombia entre 2010 y 2018, y al que nadie puede señalar como progresista advirtió sobre la actuación del mandatario chileno: «Piñera dijo al comienzo que eso era prácticamente una guerra y eso generó mucho desconcierto. Piñera sacó a las calles los tanques, entonces surgió el recuerdo de Augusto Pinochet, de que los tanques hace mucho tiempo no salen a las calles y eso generó también una tremenda reacción».

Mientras la imagen de Piñera cae a un sótano histórico de un seis por ciento, para el viernes hay llamada una nueva manifestación en la plaza Baquedano, conocida como Italia, y últimamente Dignidad por ser el centro de las protestas en la capital de Chile.