La caravana que recorre Cuba con las cenizas de Fidel Castro, que el viernes pasaron por Holguín, su provincia natal, culmina su recorrido en la ciudad de Santiago, para una gran ceremonia previa a su funeral el domingo. Desde hace varios días, la necrópolis que permanece cerrada, unos obreros trabajan denodadamente para ultimar los detalles de la ceremonia.

En La Habana, Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos, Santa Clara, Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Bayamo, cientos de miles de incondicionales se dieron cita al borde de las carreteras para despedir al líder revolucionario. La urna de cedro cubierta con una bandera cubana salió de La Habana el miércoles, y transitó durante tres días por carreteras repletas de gente que coreaba «¡Yo soy Fidel!», y haciendo paradas diarias en el camino hacia Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla.

«Sabremos ocuparnos de él y montar la guardia como es debido», dijo con orgullo la santiaguera Margarita Aguilera, que a sus 54 años dirige un local municipal de distribución de tabaco. Para ella, Fidel «ha sido el padre de todos los cubanos y de todos los desamparados del mundo».

El presidente Raúl Castro ofrecerá un discurso muy esperado durante el masivo homenaje al líder de la revolución cubana el sábado por la noche, en el que estarán presentes dignatarios extranjeros. Tras un luto de nueve días, los restos del Comandante serán enterrados en una ceremonia privada el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago, donde yace el héroe de la independencia nacional, José Martí.

Los funerales se desarrollarán sin la presencia de cámaras de medios extranjeros. Enediel Rodriguez prepara una sala de televisión en la que los curiosos podrán seguir el avance del cortejo, antes de salir al encuentro del jeep militar que arrastra el remolque verde oliva que transporta la urna.

«Reposa en Santiago de Cuba porque Martí es nuestro héroe nacional y porque fue su idea reposar a su lado», explica Enediel al tiempo que se ajusta el brazalete con la inscripción «26 de julio», con fondo rojo y negro, en referencia al movimiento creado por Fidel Castro en 1953.

La urna con las cenizas de Fidel hará una parada en el cuartel Moncada este sábado. Tres años después del asalto, el 30 de noviembre de 1956, los guerrilleros del Granma coparon las montañas vecinas de la Sierra Maestra, desde donde lanzaron una guerra revolucionaria, que se extendió durante 25 meses. El 1 de enero de 1959, Fidel anunció desde Santiago la victoria de la revolución.