La versión de la vocera de Donald Trump sobre el encuentro que el presidente estadounidense mantuvo con el mandatario argentino provocó inquietud en el gobierno nacional por el agregado de una simple frase comprometedora en el comunicado de Sarah Huckabee Sanders. «Los dos líderes reiteraron su compromiso compartido de enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china», señala el texto, contradiciendo el informe oficial que daba cuenta de un intercambio a puertas cerradas en torno de Vaca Muerta, narcotráfico y seguridad (ver acá)

De inmediato el canciller Jorge Faurie salió a desmentir a Huckabee Sanders, una consultora política de 36 años, hija del ex gobernador republicano de Arkansas Mike Huckabee: «No creo que haya habido una referencia en esos términos. El adjetivo ‘depredador’ corre por cuenta de su comunicado», replicó, aunque si reconoció que en ese encuentro «extremadamente cordial» de no más 45 minutos compartieron sus preocupaciones por la «delicadeza que tiene el hecho de que Venezuela no es hoy un país democrático».

En medio de la guerra comercial que Trump declaró a China, y a horas de una bilateral que promete dejar mucha tela para cortar con el presidente Xi Jinping, las palabras de la joven, que ocupa el cargo de Secretaria de Prensa de la Casa Blanca desde julio del año pasado, causaron escozor en la Casa Rosada.

Es que el mensaje de la vocera, que algo mas lavado luego subió a su cuenta de tuiter sugiere que Trump intenta de alguna manera poner a Macri y la Argentina como aliado o por lo menos como mediador para alcanzar un posible acuerdo con el gigante asiático. «Gran discusión sobre comercio,China, crecimiento económico y Venezuela, dice Sarah Sanders

Para Macri, esa necesidad de Washington choca con la realidad de que China es el mercado más importante para las exportaciones agropecuarias. Además, como escribió en una columna para el diario La Nación el embajador argentino en Beijing, Diego Guelar:»El único Banco Central del mundo que nos ha respaldado es el chino con más de US$10.000 millones de «swaps» , y otros 8500 millones que están decidiéndose en este momento, y que podemos aplicar como reservas, o utilizarlos para el comercio bilateral o, eventualmente y previa autorización de la autoridad monetaria china, aplicarlas para cancelar otras obligaciones». Personalmente, además, las empresas de la familia Macri mantienen negocios en ese país desde hace años y esta escalada complica sus propias perspectivas.

En cuanto a Huckabee Sanders y el gobierno de Trump, el área de prensa fue una de las más difíciles desde que el polémico empresario llegó al salón Oval. La primera persona en ocupar el cargo de director de Comunicaciones, Mike Dubke, renunció a los pocos meses sin dar demasiadas explicaciones, pero acosado por el Rusiagate. Lo sucedió Anthony Scaramucci, quien en un par de semanas tuvo que irse, luego de «prender el ventilador» contra otros miembros del gabinete, en lo que significó una «interna a puertas abiertas» en el gobierno.

La vocera Hope Kicks, una ex modelo de 29 años y amiga de la hija de Trump, tuvo que irse tras haber reconocido ante la Cámara alta que había mentido sobre la presunta interferencia de agentes rusos en la campaña electoral de 2016. Por entonces, compartía funciones con un secretario de Prensa, Sean Spicer, quien también resultó eyectado luego de pasar el ridículo ante las cámaras intentando convencer a la audiencia de que la ceremonia de asunción de Trump había sido la de mayor asistencia en la historia de Estados Unidos.

Hukcabee Sanders había ocupado segundos puestos desde el principio de la gestión Trump y fue adquiriendo experiencia como para ser la que más duró hasta ahora. Difícil creer que lo que dijo fue un error de interpretación. Más bien, podría haber sido una mentirilla como la de su antecesora Hicks ante el Senado o una argucia del presidente estadounidense, que de eso sabe bastante.