El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, fue entrevistado por un programa de la cadena de televisión oficial británica, la famosa BBC. En la charla habló sobre el lugar que su país ocupa en la región sudamericana y de las complejas relaciones con China y los Estados Unidos, como así también de las críticas que se le realizan en materia de libertad de expresión. Entre sus expresiones más destacadas se encuentran las que realizó en contra de la iniciativa de regular el consumo y la producción de marihuana a través de la gestión estatal. La medida había sido tomada por la gestión anterior, a cargo del hoy opositor Frente Amplio, durante la presidencia de  José “Pepe” Mugica y sostenida por su sucesor Tabaré Vázquez.

Lacalle Pou fue consultado acerca de las diferencias políticas al interior del Mercosur, surgidas de las diferencias de orientación política de los gobiernos de sus estados miembros. El mandatario oriental confirmó su interés por gestionar tratados de libre comercio con el Reino Unido pos-Brexit, pero que tanto Brasil como Argentina no están “dispuestos a abrir tan rápido como queremos y tan rápido como necesitamos.” En ese sentido, aunque negó la intención de abandonar el bloque económico sudamericano (“Pertenecemos al Mercosur”, dijo), manifestó que no acuerda con el argumento que ese tipo de tratados deben ser realizados en conjunto.

Cuando el periodista le recordó que el año pasado Alberto Fernández le sugirió al presidente uruguayo que, si considera que el resto de los países del Mercosur «somos un lastre, que tomen otro barco», Lacalle Pou retomó la metáfora marina para confirmar que “estamos en el barco”, pero que habría que volver a pensar “quién es la carga”.

El primer mandatario del país rioplatense se defendió de las acusaciones de atacar las libertades sindicales y de expresión, a las que no consideró como “ataques”. En relación a la afirmación que le endilga haber coartado los poderes y los derechos que tienen los sindicatos dentro de los lugares de trabajo en Uruguay, La calle Pou expresó: “Quizás lo que hicimos es, creo, justicia entre la gente que no quería trabajar y la gente en el mismo lugar que quería trabajar. La gente puede ir a la huelga, la gente puede dar su opinión, pero las otras personas no podían trabajar. Para mí, eso es justicia”.

Sin embargo no se atrevió a calificar a todas las críticas recibidas como mentiras. “No lo llamaría mentira, tenemos una opinión diferente, pero hay que probar esas cosas. Somos una de las democracias más fuertes del mundo”, dijo. Aunque si utilizó esa palabra cuando se le recordó que Reporteros Sin Fronteras, “una institución muy respetada” para la BBC, había degradado a Uruguay del puesto 18 al 44 en el Índice de Libertad de Prensa. “No, ¿sabes qué? Yo no respeto esa institución”, dijo el mandatario. “Estamos debajo de Afganistán, no sé… Gente en nuestro país, periodistas libres criticaron ese informe. No lo respeto. Eso es básicamente una mentira”, concluyó

En relación al tema de la participación del Estado en la regulación del cultivo y la venta de canabis, el periodista de la BBC le recordó que en 2014, el propio Lacalle Pou se había opuesto a la ley que finalmente acabaría siendo aprobada, afirmando estar en contra de que “el Estado produzca y venda drogas y gane dinero de esta manera», pero que ya siendo presidente no había “hecho nada para detenerlo. Ahí Lacalle Pou recordó haber sido el artífice “de la primera ley que se intentó aprobar en nuestro país, y creo que en Latinoamérica, para el uso legal de la marihuana”, en noviembre de 2010.

Ante la insistencia del periodista,  que le recordó que “el Estado que se beneficia de la marihuana. Y se sienta allí como presidente de un Estado que se beneficia de las ventas de marihuana”, como si Uruguay fuera un narcoestado. Y le recordó a Lacalle Pou su compromiso en la lucha contra el narcotráfico y si no veía una “una conexión” entre ambas cosas. “Veo una conexión y le explicaré”, dijo el mandatario. “Primero, parte de esta ley la voté porque si pienso que tienes que poder tener tu marihuana legalmente y no ilegalmente, entonces debo votar por eso”, comenzó diciendo. Pero enseguida agregó: “Creo que el Estado no tiene que estar en plantaciones y vendiendo drogas”, aunque su objeción pareció tener más que ver con una cuestión económica antes que moral. “De hecho, estamos poniendo dinero, porque tenemos que poner algo de dinero mensualmente, anualmente, porque la producción no es sostenible”, explicó.

Sin embargo, la cadena británica se dedicó a seguir corriendo al Presidente por derecha, afirmando “que hay muchos gobiernos en todo el mundo e, incluso, la ONU, que dicen que Uruguay ha traicionado la lucha internacional contra las drogas ilegales al ir tan lejos en el camino de no solo legalizar sino también con el Estado involucrado en la venta de marihuana”. Entonces, Lacalle Pou recuerda que él no votó “esa parte” de la ley y concede: “Cometimos un error”. Sin embargo completó el concepto recordando que existen canales democráticos para modificar una ley. “Ahora tenemos el sistema funcionando. Así que podemos cambiarlo, pero no podemos cambiarlo de un día para el otro, todo al mismo tiempo”, dijo. Al mismo tiempo sostuvo que limitar el lugar que ocupa el Estado en esta cuestión no implica volver a prohibir el consumo y cultivo de marihuana. “Creo en las personas, los clubes de cannabis o lo que sea que tengamos, que producen su propia marihuana y pueden tener sus propios círculos de consumo de marihuana y no el Estado”, concluyó.