1. La derecha ganó la mayoría de la Asamblea Nacional (AN) en diciembre de 2015.

2. Su principal objetivo desde que se instaló en el parlamento ha sido derrocar al presidente Nicolás Maduro.

3. Para ello, la derecha se tomó cuatro meses debatiendo cuál debía ser el método para salir del Presidente, considerando al menos, los siguientes puntos:

Exigirle la renuncia.
Hacerle un juicio político.
Declarar su incapacidad mental.
Nulidad de las elecciones por ser colombiano.
Enmienda y/o reforma constitucional para acortarle el periodo.
Proponer una nueva Constituyente.
Presión social en la calle.
Referendo revocatorio.

4. Recién a finales de abril, decidieron activar el proceso para solicitar un revocatorio.

Al activar el mecanismo en abril y no en enero, que era cuando se cumplía la mitad del periodo constitucional presidencial, a la derecha no le daba el tiempo de realizar ese procedimiento constitucional en el año 2016, debido a que los lapsos establecidos en la normativa que regula su activación y convocatoria, establecen un procedimiento que dura más 260 días.
Hacer este referendo en 2017 implica que de ser exitoso, quien completa el periodo del Presidente revocado es su Vicepresidente Ejecutivo, lo cual conlleva a que un o una chavista complete el periodo presidencial hasta el año 2019.

5. En estos meses, la Asamblea Nacional decidió desacatar las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que anulaban sus actuaciones por ser inconstitucionales. Por mantener el desacato, el Tribunal decidió anular todos los actos de la AN hasta tanto no se ajuste a derecho y respete la Constitución.

6. A pesar de todo, el presidente Nicolás Maduro ha convocado a la oposición a un diálogo nacional para resolver política y pacíficamente los conflictos.

Para estos diálogos pidió la facilitación de la Unasur con participación de los ex presidentes Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos y Leonel Fernández.
La derecha puso como condición la incorporación del Vaticano, lo cual fue concedido de inmediato por el Presidente Maduro.
Todos los intentos de diálogo han fracasado hasta ahora debido a las contradicciones internas de la oposición.

7. Para convocar el referendo, la derecha tenía que recoger en primer lugar, el 1% de las firmas del registro electoral, con el objetivo de legitimar las organizaciones políticas promotoras del referendo. Al lograr este paso, tenían que recoger el 20% de las firmas del registro, según lo que establece la Constitución bolivariana.

8. La derecha debía recoger sólo 195.000 firmas para cumplir el requisito del 1%, sin embargo, consignó al CNE 1.957.779 firmas, de las cuales fueron identificadas en la auditoría donde la derecha y el oficialismo estaban representados, nada menos que 605.727 firmas fraudulentas, entre las que se encuentran:

10.995 personas fallecidas.
53.658 personas que no están inscritas en el Registro Electoral.
3.003 menores de 18 años.
1.335 personas inhabilitadas por delitos graves (homicidios, narcotráfico, robo, estafa, abuso sexual).
Más de 9 mil denuncias por usurpación de identidad presentadas en todos los estados.

9. A pesar de que el CNE encontró estas irregularidades, admitidas por la comisión que nombró la derecha para la revisión de las firmas, procedió a convocar para los días 26, 27 y 28 de octubre, el proceso de recolección del 20% de las firmas, haciendo la salvedad de que sometería los registros fraudulentos a una investigación judicial.

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