El líder del Partido Progresista de Chile y fundador del Grupo de Puebla, Marco Enríquez-Ominami, afirmó que las elecciones de convencionales constituyentes de este fin de semana «expresaron un deseo indiscutible de cambio» y «un rechazo enorme a las ideas de la derecha». Agregó además que «el nuevo Chile le ha ganado al viejo Chile», que ahora “enfrenta desafíos económicos como el resto de América latina respecto de la renta básica y el empleo, la pobreza y el empleo, la desigualdad y el empleo”.

Ayer además se realizó la elección a gobernadores, que junto a las debacles de constituyentes y alcaldías selló una triple derrota del oficialismo, que obtuvo un magro resultado en las regiones de la coalición «Chile Vamos». Un resultado que complica las futuras aspiraciones electorales de esa fuerza, así como el último tramo del presidente Sebastián Piñera. El proceso permite elegir por primera vez en las urnas a los gobernadores regionales de todo el país, un nuevo cargo que reemplaza a los intendentes, quienes, hasta ahora, eran nombrados por el presidente de la República.

Sobre la votación a gobernadores, Enríquez-Ominami señaló durante una entrevista con Télam que se “eligieron a los partidos para gobernar las regiones, porque en gobernadores el triunfo de los partidos políticos fue muy, muy alto y fue el triunfo del cambio desde la política. En cambio en la Constituyente fue el triunfo del cambio pero con los independientes”, que fueron la sorpresa de las elección, al obtener 48 escaños de los 155 en juego. «Ayer no solamente ganó el cambio sino que terminó esta democracia de 30 años en que la medida de lo posible era la máxima que regía, que gobernaba el debate», analizó el dirigente chileno.

Chile ahora enfrenta «el desafío de fijar sus reglas en medio de la crisis económica y con la derrota inédita, la más fuerte que haya conocido un presidente República y un ideario, el de la derecha», agregó. «Comienza entonces un momento fascinante, de contradicciones también, donde el pueblo de Chile que movilizó menos ayer que hace unos meses, será testigo o protagonista de su propio futuro. De algún modo se instaló la idea de que el único límite es la voluntad de un pueblo, no es el perímetro que fijó la elite», finalizó Enriquez-Ominami.

En este 2021, un nutrido año electoral para los chilenos, aún restan por celebrarse la segunda vuelta de gobernadores, el 13 de junio, la primaria presidencial y parlamentaria, el 18 de julio, las elecciones presidenciales y parlamentarias, primaria presidencial, parlamentarias y de consejeros regionales, el 21 de noviembre y, de ser necesario, un balotaje presidencial el 19 de diciembre. En total, entre sábado 15 y domingo 16 de mayo de esta megaelección votaron 6.458.760 personas, casi un 43% del padrón total que estaba habilitado para participar en estos comicios, que alcanza a los 14.900.190. La cifra es inferior a la participación del plebiscito constitucional del 25 de octubre del 2020, cuando ejercieron su derecho a voto 7.569.082 de votantes, lo que representa un 50,9% del padrón total.