El Partido Comunista de la Argentina rechaza y repudia la declaración contra la República Bolivariana de Venezuela emitida en Sao Paulo, Brasil, por cuatro gobiernos que pretenden erigirse ilegalmente con la representación del Mercosur.

Al violentar los principios de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados y de autodeterminación de los pueblos, se patentiza que cuando las derechas, por unas u otras vías, acceden al gobierno, no sólo atentan contra el nivel de vida de los pueblos, concentrando cada vez más la riqueza en pocas manos, reprimiendo y entregando nuestras riquezas a los monopolios transnacionales. Atacan, además, un proceso auténtico de unidad e integración regional que se supo construir para reforzamiento de la soberanía de nuestras naciones, siguiendo el mandato de los próceres de las primeras independencias.

Es justamente la República Bolivariana de Venezuela uno de los principales bastiones de esos principios y de la plena vigencia de una democracia ampliamente participativa, siguiendo el legado de Simón Bolívar y de Hugo Chávez. Es el país que más elecciones ha convocado en las últimas décadas y que acaba de lograr un extraordinario protagonismo popular en las recientes elecciones para Asamblea Constituyente, la cual se ha instalado ya de manera exitosa en busca de la paz, la ampliación de la democracia y de las plenas capacidades de decisión de la ciudadanía.

La nefasta y deshonrosa declaración de los cuatro gobiernos en Sao Paulo no es ni el inicio ni el final de ningún proceso, dado que la historia de nuestra región no se escribe con ese tipo de panfletos, sino con las luchas de nuestros pueblos y sus dirigentes patriotas, que son los que no responden al mandato de los EE.UU. ni de ninguna otra potencia extranjera.

El texto dado en la capital paulista tiene olor a petróleo. Responde a los intereses de la Exxon Mobil, a la que pertenece el actual Secretario de Estado de Washington, Rex Tillerson, quien presionó personalmente para que el libelo del cuarteto se aprobara. A ellos no les importa una democracia plena en Venezuela. Quieren a toda costa la reserva de crudo certificada más importante del planeta, ubicada cerca de sus propias costas.

Lamentamos profundamente que el gobierno de la República Oriental del Uruguay, de tradición democrática y popular, se haya sumado esta vez a esa política de ignominia, exceptuando claras posturas de importantes sectores del Frente Amplio que se han diferenciado inmediatamente de esa determinación oficial.

Nos solidarizamos una vez más, y más que nunca, con el Bravo Pueblo venezolano, que desde las más profundas raíces de su historia extrae las fuerzas para dar un maravilloso ejemplo de resistencia y creatividad a toda América Latina y a la Humanidad en su conjunto.