Yulia, la hija del doble agente ruso Sergei Skripal, fue dada de alta y llevada a un lugar secreto por las autoridades. La mujer, de 33 años, había sido víctima de un envenenamiento el 4 de marzo pasado con un neurotóxico que el gobierno británico señaló como fabricado en Rusia. Su padre, de 66,  aún permanece internado en el hospital de Salisbury, indicaron los médicos, fuera de peligro pero recuperándose.

El caso se convirtió en una crisis diplomática que recuerda a la Guerra Fría, pero no deja de tener sus ribetes, ya que una sobrina del espía, Victoria, a quien le negaron la visa para visitar a sus parientes el viernes pasado, sospecha que su prima está de algún modo cautiva de los británicos y protesta para que no se lleven a los Skripal a EEUU como trascendió en medios ingleses.

Skripal, que trabajó subrepticiamente para el MI6, el servicio de inteligencia del Reino Unido, hasta que fue descubierto, vive en una residencia en la ciudad de Salisbury y había recibido la visita de su hija porque se iba a recordar a su otro hijo, Alexandr, muerto en julio de 2017 a los 43 años de algún tipo de insuficiencia hepática. Así lo contó Victoria a medios rusos.

Desde su vivienda en Yaroslav, al noroeste de Moscú, Victoria Skripal afirmó haber recibido una comunicación telefónica de su prima que le resultó inquietante. El audio fue reproducido por una radio de aquel país.

«No esperaba ese llamado -dijo Victoria al canal estatal ruso RT – yo ya sabía que me negarían el visado, pero no esperaba que Yulia me llamaría». La acotación es pertinente porque la joven recién salida de un grave envenenamiento le dijo que nadie le iba a dar un visado para ir a Londres y que, además, no era el momento apropiado para intentar visitarla.

«Aparentemente, le dictaban qué decir y, obviamente, marcaron mi número (de teléfono de la casa) por ella», evaluó Victoria, ya que descontó que no recordaba las nueva cifras de su celular. Remató la entrevista diciendo que «es nuestra familia y debe estar junta».

Fue el mismo argumento que utilizó para pedirle a la primer ministro Theresa May por su visa. Pero en el Foreign Office le respondieron que la rechazaban el permiso por errores en la confección del trámite. Una excusa sin dudas, ya que no dieron mas detalles.

Teniendo en cuenta que se trata de una historia de espías, es más que probable que el rechazo tenga que ver con la sospecha de que Victoria sea agente de los servicios rusos o que en esta ocasión este cumpliendo una función para ellos, que es lo mismo.

A poco de andar la investigación y a medida que el caso fue creciendo en los medios británicos, el gobierno conservador de May culpó a los rusos del envenenamiento que, dijo, había sido con Novichock, un neurotóxico desarrollado en la era soviética pero según Moscú, eliminado cuando la Federación Rusa adhirió a los protocolos sobre armas químicas de la ONU.

May ordenó expulsar a 23 diplomáticos rusos de Gran Bretaña. Rusioa le devolvió la «gentileza» unos días más tarde.

La controversia creció porque Londres no aceptó la presencia de peritos rusos o de la ONU para supervisar la investigación. Por otro lado, los científicos que conocen del tema mantienen sus dudas ya que en el caso de que efectivamente se haya pidodo fabricar en algún momento el Novichok, sobre lo que no hay certezas, la fórmula fue publicada en libros por agentes de la ex URSS exiliados en EEUU de modo que cualquiera la podría haberlo desarrollado.

Pero hay un detalle nimio que reveló en su momento Chris Busby, por décadas científico principal en el Departamento de Química Física de los laboratorios Wellcome Research de Beckenham, Londres. Para determinar qué sustancia integra algún compuesto, se debe contrastar con los patrones que tiene registrados un espectrómetro, el aparato utilizado para tal fin. Y la única forma para determinar que es Novichok y que proviene de Rusia sería tener una muestra previa absolutamente identificada.

Por eso es que no son muy específicos los expertos del laboratorio de armas químicas de Porton Down, ubicado estratégicamente a menos de 8 millas de Salisbury, donde ocurrió el hecho. Y por eso también, más allá de la ofuscación diplomática,  en el gobierno se limitaron a asegurar que el químico que casi mata a los Skripal es «un agente neurotóxico de grado militar de un tipo desarrollado por Rusia». Con eso les alcanzó para generar un conflicto como se veía por años.

La otra cuestión es que si no fue el gobierno de Vladimir Putin, como pretende May y niega el mandatario ruso, ¿quién pudo haber sido?

Victoria Skripal tuvo una primera impresión unas semanas después de conocido el suceso. Para ella, el objetivo no habría sido su tío, como se especulaba, sino su prima Yulia. «Ella tuvo una pelea con la madre de su novio porque le anunció que se iban a casar y formar familia», argumentó a The Sun, un diario británico sensacionalista.

«La suegra -de la que no dio mas datos- no aceptaba a Yulia porque era hija de un traidor que había puesto en peligro a 300 agentes. Pensó que si era hija de un traidor ella misma sería una traidora». Y para rematar adujo que el veneno es una forma de eliminación muy propia de mujeres rusas. «Ellas gustan del veneno como forma de venganza», agregó.

Ahora dice que está segura de que en realidad el envenenamiento «debe ser con algo que comieron».  Para Victoria, su tío estaba retirado y solo pasaba sus días cuidando un par de cobayos y un gato y ya no era un peligro para nadie.

Los peritos oficiales dicen que encontraron muestras del neurotóxico en la vivienda del ex espía, sobre todo en el pomo de la puerta de entrada. y que los cobayos estaban muertos y el gato famélico. Y que los llevaron a Porton Down, donde fueron incinerados

Las autoridades rusas piden explicaciones sobre la muerte de los cobayos y el gato, ya que podrían haber servido de prueba para determinar qué veneno había en la casa.

The Sun, citando fuentes gubernamentales, dice que Yulia fue llevada a un hospital militar para terminar totalmente su recuperación. Pero allí también estaría a buen resguardo de la prensa.

Dice luego que podrían ser trasladados a EEUU, donde les darían alojamiento e identidades reservadas. Victoria dice que es ultimo lugar al que deberían ir porque allí seguramente los matarían.

Esta historia, por lo que parece, continuará.