El referéndum sobre la reforma constitucional que mañana convocará a las urnas a casi 50 millones de italianos no sólo ratificará o no una norma largamente debatida, sino que de acuerdo con el resultado, se abrirán varios escenarios que incluyen desde un posible llamado a elecciones anticipadas hasta que el Primer Ministro Matteo Renzi se convierta en el de mayor duración en la historia de la República.

Luego de que el Premier enfatizara numerosas veces que está dispuesto a dar un paso al costado en caso de la victoria de un «no» que aparece a la cabeza en todos los sondeos y de que el referéndum se haya convertido para muchos italianos en una suerte de plebiscito sobre su gestión, la elección de mañana, sea cual sea el resultado, «traerá consecuencias», como dijo el propio Renzi esta semana.

Una victoria del «sí» legitimará sin dudas a Renzi como uno de los jefes más poderosos de la Europa actual. Tras el Brexit y con Alemania y Francia votando en 2018, el apoyo a la reforma hará a Italia «más fuerte para ir a negociar a Bruselas», como ha prometido el Premier. Inmigración y la lucha contra la austeridad económica serán sus dos ejes centrales.

Puertas adentro, si sigue en el cargo, fortalecido como se espera, y cumple hasta 2018 el mandato que inició el 22 de febrero de 2014, el Premier puede convertirse en el primer ministro que más duró en su cargo en toda la historia de la República: hasta ahora el primero es Silvio Berlusconi, con 1409 días entre 2005 y 2010, y Renzi lleva 1015.

Además, sería un fuerte gesto hacia dentro de la coalición de gobierno, considerando que Renzi llegó a su cargo por un acuerdo parlamentario, propuesto por el ex Presidente Giorgio Napolitano, y se «debe» una reválida en las urnas.

De todas formas, en caso de obtener una victoria, el oficialismo ya se comprometió con sus sectores internos y con el resto de los partidos a introducir modificaciones en la ley electoral vigente, la «Italicum» de mayo de 2015, criticada por un excesivo «premio» de mayoría al partido más votado.

Si en cambio se impone el «no», Renzi deberá tomar una primera decisión: si renuncia, como prometió en repetidas ocasiones desde que presentó la reforma a inicios de 2014, o si continúa en el cargo.
Si el florentino de 41 años decide dar un paso al costado, el presidente Sergio Mattarella tiene la facultad de designar un Gobierno de transición qhasta las elecciones parlamentarias, previstas en principio para 2018.

Otra opción, en la que insiste básicamente el opositor Movimiento Cinco Estrellas, es la convocatoria «de inmediato» a nuevas elecciones, aunque para eso debería sancionarse una nueva ley electoral: la «Italicum» no prevé elecciones para el Senado, ya que fue concebida pensando en que la reforma que se vota mañana sería aprobada.

Otra opción, considerando lo reforzado que quedaría el antisistema Cinco Estrelas, sería un pedido de Mattarella para que Renzi continúe en su cargo hasta que aparezca algún representante de la estructura política, como el ministro de Economía Pier Carlo Padoan o el presidente del Senado Pietro Grasso, que pudiera completar el mandato renziano.

La otra opción, es decir una victoria del «no» y Renzi quedándose en el Palazzo Chigi pese al rechazo del resto de las fuerzas, abriría un camino complicado para el premier, que podría perder el apoyo de algunos partidos aliados y verse forzado a dejar el cargo.