El Partido Republicano de Florida, uno de los estados que puede decidir la elección presidencial de Estados Unidos el próximo martes, denunció que funcionarios electorales de un sureño condado están abriendo ilegalmente «miles de boletas» y amenazó con acusarlos ante la Justicia por fraude.

En una carta enviada a las autoridades del condado Broward, al norte de Miami, el Partido Republicano advirtió que en caso de no obtener respuesta a tiempo sobre qué medidas están tomando para contrarrestar las irregularidades denunciadas, la cúpula del partido presentará una demanda mañana jueves ante la Justicia electoral.

Los sobres abiertos con boletas, según la carta del partido opositor, pertenecen a los votantes que eligieron sufragar por adelantado por correo. Estas boletas deben ser procesadas solamente en presencia de la junta electoral del condado, informó la agencia de noticias EFE.

El presidente de Partido Republicano de Florida, Blaise Ingoglia, recordó hoy en diálogo con la cadena de noticias Fox News que los funcionarios electorales no tienen permiso para abrir las papeletas.

Ingoglia, quien compartió una breve aparición electoral del candidato presidencial opositor, Donald Trump, en el sur de Florida, aprovechó la atención mediática para informar que habían enviado una carta de advertencia a la supervisora electoral del condado de Broward, Brenda Snipes.

Por su parte, Snipes desmintió esta semana que hubiera mantenido una reunión «secreta» con la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, el 25 de octubre en Fort Lauderdale, como lo sugirió recientemente Roger Stone, amigo de Trump y ex asesor de su campaña.

Stone, quien ha sido vinculado por la campaña de Clinton con el fundador de WikiLeaks y declarado enemigo de Clinton, Julian Assange, denunció el 26 de octubre pasado la supuesta reunión en una entrevista con el popular presentador de radio, el conservador Alex Jones.

La entrevista se multiplicó en las redes sociales, que denunciaron que se trataba de un fraude en uno de los estados más reñidos para las presidenciales del próximo martes.
La noticia cobró aún más importancia en el marco de las constantes denuncias del propio Trump sobre un presunto fraude electoral nacional en ciernes. El magnate ha cuestionado a tal punto los comicios que incluyó se negó a garantizar que reconocerá los resultados el martes a la noche, gane o pierda.

Mientras la campaña republicana crea incertidumbre sobre la legitimidad de las elecciones, también sigue intentando ampliar su base de votantes. Uno de sus objetivos principales son los latinos.

Por eso, el Partido Republicano emitió su primer anuncio televisivo en español dirigido al votante hispano, sin mencionar nunca el nombre de su polémico aspirante presidencial, quien hace campaña prometiendo la deportación de 12 millones de inmigrantes indocumentados y la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera con México.
El partido opositor gastó 250.000 dólares en el anuncio, que tampoco da nombres de candidatos a los comicios legislativos.

El plan es que el spot se difunda en Telemundo y Univisión, las dos principales cadenas de televisión en español en Estados Unidos.