El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da SIlva afirmó este lunes que trabajará para ganar con más del 50% de los votos en la primera vuelta de las elecciones del 2 de octubre, al recibir un respaldo inédito de un frente de excandidatos a presidente que se opusieron a su Partido de los Trabajadores (PT), entre ellos una referencia para el mercado financiero, el exbanquero Henrique Meirelles.

En un acto en San Pablo, Lula recibió a los excandidatos presidenciales Meirelles, Luciana Genro, Guilherme Boulos, Cristovam Buarque, Joao Vicente Goulart y Marina Silva, además de a Geraldo Alckmin, otro antiguo rival electoral que ahora es su compañero de fórmula.

«Esta foto simboliza la reconstrucción de Brasil», afirmó Lula de cara a los comicios del 2 de octubre ante el intento reeleccionista del presidente Jair Bolsonaro.

Según las encuestas, Lula está al borde del 50% de los votos válidos, y es por eso que apura las alianzas para reforzar una victoria sin necesidad de balotaje ante Bolsonaro.

«Si bien las veces que gané hubo segunda vuelta, estoy trabajando para ganar en primera, tenemos la perspectiva de vencer en primera y por eso les agradezco el apoyo», dijo.

Explicó que esta es una elección «atípica» porque las críticas más fuertes de los otros candidatos -en referencia a Ciro Gomes y a Simone Tebet, tercero y cuartos colocados- son contra él y no contra Bolsonaro.

«Estas candidaturas no quieren que gane en la primera vuelta», aseguró Lula en conferencia de prensa.

Uno de los nombres más importantes de la mesa de apoyo es el de Meirelles, que pertenece al partido de derecha Unión Brasil, fue ocho años jefe del Banco Central durante los mandatos de Lula (2003-2010), candidato presidencial en 2018 y ministro de Economía del exmandatario conservador Michel Temer (2016-2018).

Meirelles, expresidente mundial del BankBoston en 2002, defendió el programa económico del Gobierno de Lula y salió haciendo la «L» en el acto, en un mensaje al mercado financiero, tradicionalmente resistente al exsindicalista metalúrgico.

Boulos, candidato del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) a la presidencia en 2018, afirmó que el momento era parecido al de la campaña por las elecciones directas en 1984, que marcaron el cese de la dictadura militar de 21 años.

«La elección de Lula es esencial para la democracia brasileña, para derrotar al fascismo que amenaza a las libertades e instituciones», dijo Boulos, candidato a diputado el 2 de octubre, en alusión a Bolsonaro.

Alckmin, quien enfrentó a Lula en 2006 siendo gobernador de San Pablo, aseguró que este frente ayuda a respaldar el sistema electoral brasileño que cuestiona habitualmente Bolsonaro.

«Nos une un momento singular en la historia de Brasil, cuando se está cuestionando el proceso electoral entre personas divergentes y diversas, que es el sentido de la democracia», sostuvo el candidato a vice, miembro del Partido Socialista Brasileño (PSB).

Buarque, del centrista Ciudadanía, exministro de Educación de Lula y considerado un opositor al PT, también dijo presente y señaló que «ir a un balotaje sería una tragedia porque Brasil podría vivir un mes imprevisible».

El PT pidió a la Policía Federal reforzar la seguridad de Lula

La dirección del Partido de los Trabajadores (PT) decidió pedir a la Policía Federal que refuerce la protección del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, así como también la de los integrantes de su equipo de campaña, durante el tramo final previo a las elecciones del 2 de octubre, en las que el líder izquierdista va primero en todas las encuestas de intención de voto por delante del presidente Jair Bolsonaro, candidato del Partido Liberal.

Según informó el portal Metropoles, autoridades del PT detectaron que, por el hecho de ir atrás en la carrera electoral, los seguidores bolsonaristas están más proclives a realizar actos violentos. Incluso tendrían pensado crear un “hecho nuevo” contra Lula, ya sea a través de una agresión directa contra él o provocando a sus partidarios.

El sábado Lula arribó a Florianópolis, capital del sureño estado de Santa Catarina, acompañado de coordinadores de campaña, y a la llegada al hotel donde se hospedó se encontró con una manifestación de partidarios del mandatario ultraderechista. Ante esta situación, la presidenta del PT, la diputada por el estado de Paraná, Gleisi Hoffmann, pidió intervención a la Policía Federal.

Lula llegó a Florianópolis luego de haber estado en la ciudad de Curitiba, donde el PT organizó un acto multitudinario. Lula aprovechó su discurso para criticar la ida de Bolsonaro a Londres para participar en las ceremonias fúnebres de la reina Isabel II, fallecida el jueves.