Luiz Inácio Lula da Silva consideró que «nadie está preparado» para enfrentar las «monstruosidades» de la campaña de «fake news» del mandatario Jair Bolsonaro y admitió que el avance del jefe de Estado en las encuestas para el balotaje del domingo próximo es un llamado de «alerta» para la oposición.

«Hay que reconocer la capacidad del ejército de parapoliciales de Bolsonaro en las redes sociales. Creo que nosotros no teníamos experiencia, Brasil no estaba acostumbrado a esto. Incluso así vamos a ganar las elecciones, él hará todas las locuras para dar vuelta la elección, ellos tienen robots», dijo Lula en conferencia de prensa en Río de Janeiro.

El líder del Partido de los Trabajadores dijo que activará a la Justicia electoral cada vez que sea necesario para enfrentar las mentiras de la campaña del adversario, que lo ha calificado de «satánico» y lo acusó de tener un plan de cerrar templos evangélicos e iglesias en caso de victoria.

El Tribunal Superior Electoral concedió 184 derechos de respuesta a Lula en las publicidades de Bolsonaro por difamaciones y mentiras, algo inédito que será puesto en marcha en la recta final de la campaña.

Es decir, en la propaganda de Bolsonaro ingresará Lula o un locutor de la campaña del expresidente para decir que no es ladrón ni corrupto, tal como aseguró el actual mandatario.

Lula también fustigó «el mayor gasto de un Gobierno en la historia de Brasil» como el que realiza Bolsonaro, una idea a la que adhirió la presidenta del PT, Gleisi Hoffman, quien aseguró que existe una «verdadera e inédita compra de votos por parte del Gobierno dando beneficios urgentes de última hora a la población más pobre».

«A esto hay que sumarle la compra de votos que hacen los empresarios que amenazan y extorsionan a sus empleados si no votan a Bolsonaro», agregó.

Lula, en tanto, comentó la encuesta que dio a conocer el pasado miércoles Datafolha, en la cual la diferencia en una semana se redujo del 53% a 47% al 52%-48% actual.

«Estos números nos tienen que alertar sobre cómo es el momento de la campaña», afirmó Lula, que adelantó que viajará a Minas Gerais, el estado clave en esta elección por ser el segundo distrito en cantidad de electores después de San Pablo, donde domina Bolsonaro.

Minas Gerais es el único estado del sudeste en el cual Lula venció en la primera vuelta del 2 de octubre. Desde la vuelta a la democracia ningún presidente electo perdió en ese lugar.

En Río de Janeiro, Lula fustigó la política de flexibilización del acceso a las armas por parte de la población civil, impulsada por Bolsonaro, al afirmar que con esas medidas «el narcotráfico consigue comprar legalmente» armamento que antes debía traficar por las frontera.