A partir de mañana comenzará el primero de una serie de pasos estructurales en la economía venezolana con el petro –la criptomoneda con respaldo en reservas petroleras– como actor central. Con ello, el gobierno de Nicolás Maduro está convencido de que logrará modificar la crítica situación que vive el país, profundizada en los últimos años con el aumento sideral de la inflación, un dólar paralelo elevadísimo y la escasez de bienes de consumo producto en parte de la especulación de las cadenas de distribución y de los «propios errores» que el mismo mandatario reconoció recientemente.

El anuncio del «Programa de Recuperación Económica» se esperaba para mañana, pero Maduro lo adelantó sorpresivamente al viernes. Es también una respuesta al reclamo de parte del sector interno del chavismo, que luego de ganadas las elecciones en mayo pasado advirtieron al presidente que el pueblo venezolano necesitaba imperiosamente percibir una mejora en este sentido. Ahora se espera «la implementación del plan», que en el discurso suena efectivo, pero habrá de probarse en el recorrido.

Algunos economistas cercanos al proceso bolivariano, pero críticos de la gestión económica, son escépticos acerca de la posibilidad de que el petro se imponga como moneda convertible al dólar en el mercado internacional. Por su parte, los opositores directamente hablan de que «los próximos días serán de mucha confusión para los consumidores y el sector privado, especialmente el comercial. Es un escenario caótico», aseguró el director de la consultora Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.

Sin embargo, el Maduro del viernes se mostró entusiasta y triunfalista, aunque visiblemente afectado en el rostro por una gripe y sin duda el ajetreo de las últimas jornadas. «Ha llegado la hora de la recuperación económica», dijo. El programa anunciado está dirigido a resolver varios frentes críticos, empezando por la reconversión monetaria, que se pone en marcha mañana. El bolívar perderá cinco ceros, se anclará en el petro y se llamará bolívar soberano. El petro será la moneda de conversión internacional, el anclaje para toda la economía, y se tomará como referencia para salarios, precios y valor de cambio. Cada petro tendrá una cotización fluctuante cercana a los 60 dólares con respecto a la divisa estadounidense, que es el precio del barril de petróleo. A su vez, el gobierno estableció el del petro en 3600 bolívares.

Se trata del «nuevo pensamiento humanista, socialista y chavista que en el campo de la economía estamos llevando adelante», dijo Maduro al comunicar, entre otras medidas, que se aumentará el salario mínimo a 1800 bolívares soberanos, un incremento de 34 veces el actual.

También se fijará un nuevo valor del combustible, más cercano a precios internacionales, ya que el actual es irrisorio, pero todos los ciudadanos motorizados accederán a un subsidio directo para que ese precio sea diferencial. Este subsidio se basará en el Censo de Transporte que se realizó en las últimas semanas y que el gobierno extendió por diez días más. Maduro apuntó que el bajo costo del combustible dio lugar a que «las mafias» lo «roben» y vendan en Colombia.

Maduro aseguró que parte del plan económico es ir hacia el «déficit cero». Entre otras medidas aumentará en 4 puntos el IVA a los bienes suntuarios. Otro punto clave será el establecimiento de los precios de bienes y servicios esenciales, también referenciados en el petro. «Si las mafias dolarizan los precios, nosotros petrolizamos los precio», señaló. El «Estado pagará además el diferencial de la nómina salarial producto de la reconversión monetaria de toda la pequeña y mediana industria del país por los próximos 90 días para que no haya impacto sobre la inflación. También entregará un bono de reconversión eco de 600 bolívares a al menos 10 millones de ciudadanos.