Nuevamente, la ciudadanía de 57 ciudades brasileñas que tienen segunda vuelta, por tener más de 200 mil habitantes y ningún candidato que haya logrado más del 50% de los votos, recurrirán a los centros de sufragio para definir al intendente. Representan el 60% de los 95 municipios que tienen balotaje: 18 de ellos son capitales de Estado, lo que le da una generosa relevancia a la jornada electoral.

Así como en 1989, las ciudades de San Pablo y Porto Alegre se convierten en un escenario de disputa trascendente. En esa ocasión, la paulistana Luiza Erundina y el gaúcho Olivio Dutra ganaban esas ciudades y le marcaban un punto de inflexión al neoliberalismo imperante en Brasil. Ambos pertenecían al Partido de los Trabalhadores, el de Luiz Inácio Lula da Silva, quien el primer día de 2003 asumía por primera vez la presidencia de Brasil. Hoy, casi dos décadas después, y con mucha historia trascurrida, Guilherme Boulos y Manuela D’Ávila buscan lo mismo, para marcar una nueva tendencia frente a la restauración neoliberal abierta por el golpe de Estado en 2016 y sostenida por el gobierno de Jair Bolsonaro.

En el marco de la campaña, Tiempo Argentino pudo dialogar con quienes tuvieron el espaldarazo de Luiz Inácio Lula da Silva, que en su discurso previo a ser encarcelado en abril 2018, para pasar 580 días preso, los señaló como una renovación de la izquierda brasileña.

Con 39 años, la periodista y escritora Manuela D’Ávila tiene una gran trayectoria política en Brasil. Siendo miembro del Partido Comunista do Brasil desde 2001, acompañó a Fernando Haddad como candidata a vicepresidenta en la elección de 2018. Inició su trayectoria como concejala de Porto Alegre entre 2005 y 2007, para luego ser la diputada más votada del país y pasar al Parlamento nacional entre 2007 y 2015. Ocupó una banca en el Parlamento estadual de 2015 a 2019.

Recorriendo los barrios de Porto Alegre, Manuela D’Ávila, en alianza con el Partido dos Trabalhadores, va acompañada por el ex vicegobernador de Rio Grande do Sul, Miguel Rosseto. Pretende quedarse con la Intendencia, que deja vacante Nelson Marchezan Júnior, quien pertenece al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y quedó tercero el 15 de noviembre. Disputan la intendencia con Sebastião Melo del Movimiento Demorático Brasileño.

En conversación con Tiempo, Manuela D’Ávila realizó un balance de los resultados de la primera vuelta: “Tuvimos una gran victoria, porque por más de una década nuestro proyecto político no llegaba al segundo turno en Porto Alegre. Ahora, el pueblo nos mostró que quería debatir más tiempo, por dos semanas más, nuestras propuestas. Y las debatimos y vamos a vencer en esta elección”.

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(Foto: Twitter)


Sobre la evaluación política, Manuela sostuvo que “lo primero importante es que estamos en segundo turno, pero en segundo lugar, se mostró que el proyecto del intendente actual fue derrotado. Aun así, en el balotaje, queremos mostrar que la disputa sigue siendo entre nuestro proyecto, de una ciudad inclusiva, más justa e igualitaria, y el proyecto de ellos, que no termina obras, que abandona los barrios más pobres, que ya nos gobernó. Es ese pasado contra un camino nuevo para nuestra ciudad. Es lo que se disputa este domingo”.

A su vez, sobre los desafíos para en esta segunda vuelta, alertó: “Porto Alegre también nos mandó otros recados. Por ejemplo, el campeón de la elección fue la abstención y el desinterés. Somos la capital con el mayor nivel. Entre el voto nulo, blanco y la abstención, se suma casi el 45% del electorado. Mis votos y los de mi adversario representan casi la misma cantidad de electores. Y ese fue nuestro principal desafío: conversar con esas personas que no se sintieron motivadas para ir a votar”. Ante la consulta sobre el motivo de la abstención, sostuvo que “tal vez, la principal de ellas sea el bajísimo nivel de la elección en el primer turno. El altísimo nivel de ataques, de mentiras, de bajeza que vimos en esta ciudad. ¡Nosotros derrumbamos más de medio millón de noticias falsas!”. Sobre la estrategia para la segunda vuelta, explicó que “nuestro compromiso es dialogar. Por eso, queremos conversar con personas que escogieron otras candidaturas. Pero también tenemos el compromiso de dar esperanza en nuestra ciudad. Se comprende que no se sienta motivada a votar una madre que no tuvo vacante en la escuela. Nosotros hablamos con esas personas para darles esperanza”.

Manuela D’Ávila reitera una y otra vez la necesidad de reconstruir la esperanza: “Es algo muy importante porque, por primera vez, elegimos una bancada de mujeres y hombres afrodescendientes. Nosotros tenemos una bancada de luchas de mujeres. La concejala más votada de la ciudad, Daiana Santos, del movimiento LGTBI. Eso es un llamado a la periferia de la ciudad, a quienes quieren expresarse en la política”.

Cuando se le pregunta sobre cómo se siente ser una pieza clave de la renovación de la izquierda, Manuela plantea: “Eso es algo que va más allá de mí y de mi trayectoria, es la consecuencia de la determinación, de la garra y la dedicación de las mujeres de Porto Alegre. Porque es esa mirada que queremos colocar en la Intendencia, que en el movimiento de mujeres está el nuevo poder popular que va a surgir, que será la manera más dulce de contestar al odio de la extrema derecha”. «



En busca del batacazo en San Pablo

En los pagos de Luiz Inácio Lula da Silva, Guilherme Boulos, un dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), logró pasar a la segunda vuelta para intentar desplazar al actual intendente de la ciudad de San Pablo, Bruno Covas del PSDB, en una disputa que dejó fuera al candidato bolsonarista Celso Russomanno, que quedó cuarto.

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(Foto: AFP)


Guilherme Boulos, de 38 años, es un profesor universitario y escritor brasileño, con fuerte militancia política y social, reconocido como uno de los principales líderes de la izquierda brasileña que disputó la presidencia por su partido en 2018. Hoy está acompañado por la diputada federal Luiza Erundina, quien fue la primera mujer intendenta en la historia de Brasil en la ciudad que disputa. Generalmente, a Boulos se lo intenta desprestigiar por su perfil político, acusándolo de “ultraizquierda”. Al respecto, nos comentó: “Intentar imputar, de forma negativa, de ‘radical’ o ‘extremista’, solo expresa el momento sombrío que se está viviendo en Brasil. Hace 20 años que lucho para que la gente tenga techo, una dignidad básica para que pueda vivir. ¿Eso es radical? ¿Es radicalismo luchar para que una persona pueda tener una casa, siendo que la vivienda, la salud o la educación están en la Constitución? En realidad, eso es no querer reconocer derechos humanos de la sociedad”.

Un tema central para el candidato es la política ante la pandemia, una ciudad que ya alcanzó más de un millón de contagios y unas 10 mil muertes por Covid-19. Boulos comentó que se trata de una agenda prioritaria para él. Al respecto, dijo: “Creo que Covas tuvo una minimización de la situación. Es muy preocupante. Por eso, de continuar la pandemia, voy a realizar lo que debería haberse hecho: contratación de médicos, abrir concursos y localizarlos en la periferia de la ciudad, y reabrir hospitales cerrados. En el ámbito educativo, si no tenemos luz verde para el regreso presencial, daremos una política para la enseñanza virtual: debemos revertir la exclusión que generó la desigualdad de acceso tecnológico”.