David Squires tenía 12 años cuando Diego Maradona se mandó la histórica apilada en el encuentro Argentina Inglaterra en el Estadio Azteca. La imagen le quedó tan marcada que no solo se dedicó a reproducirla en varias de sus ahora famosos viñetas, sino que cada tanto vuelve a ilustrar su deporte favorito, en el que el fútbol argentino ocupa un lugar central, Y el 10, en este universo, es la estrella más fulgurante. Lo que en su caso no resulta fácil, ya que si bien vive en Australia, es inglés de nacimiento y publica en el prestigioso The Guardian una columna semanal.

La anécdota viene a cuento porque al enterarse de la muerte de su ídolo, Squires recordó en su cuenta de Twitter una viñeta de hace algunos años en la que se ve a las figuras más icónicas de la “inglesidad”, prolijamente eludidas por el astro argentino camino al arco.

Atrás, humillados y absortos, quedan el ex primer ministro Winston Churchill, el rey Enrique VIII, William Shakespeare, los Beatles y la reina Isabel II. En primer plano, algo ausente de la “jugada” se ve al músico David Bowie, que en una primera mirada se confunde con Sherlock Holmes, pero claro, el legendario detective es una creación del escocés Arthur Conan Doyle.

“Estoy libre hasta la semana que viene, pero aquí hay algo que dibujé hace un par de años que muestra a Maradona saltando toda la historia de Inglaterra para marcar su segundo gol”, dice Squires.

Lo que sigue en su cuenta es una lista interminable de debates con sus seguidores, que como ocurre en estas pampas, en muchos casos no perdonan la trampa en el gol previo del 10, o le endilgan los traspiés de la vida fuera de las canchas del ex capitán de la selcción nacional. Pero esa es una historia aparte que al viñetista no le preocupa demasiado aclarar, como buen admirador del fútbol que es.

Nacido en Swindon, Wiltshire, al oeste de Londres, en 1974, Squires comenzó a dibujar a los 15 años. Vinculado al mundo del balompié desde las tribunas del Swindon Fown Football Club, el equipo local, pronto consiguió un trabajo en la cabina de venta de entradas. Luego publicó sus primeras viñetas para la revista de la hinchada. El paso siguiente fue diseñar la mascota del club, el Rockin´Robin.

El West Ham United, la Academia del Fútbol inglés, le encargaría mas tarde el diseño de su propia mascota, Herbie the Hammer. Hasta que en 2009, Squire se mudó a Australia con su pareja. Desde allí sigue cubriendo de manera semanal fútbol para el The Guardian, donde eventualmente ilustra los entresijos de la política británica. Publica, además, en el Guardian Australia, el 11 Freunde de Alemania, el Abola de Portugal, y de su pluma ya salieron una Historia Ilustrada del Fútbol, con una segunda edición subtitulada Salón de la Fama.

Allí estaca a futbolistas de todo el mundo y todas las épocas, “De Pele a Meazza, de Maradona a Sócrates”, como él mismo adelanta en la introducción. Sus trabajos pueden verse en el blog que abrió en 2011, The Sunshine Room, llamado así en homenaje a su sala de trabajo, que es la más iluminada de la casa donde vive.

En 2014 ilustró el Mundial de Brasil para el Guardian. Y allí dibujó el bravo encuentro final entre Argentina y Alemania como un batalla épica sobrehumana entre Bastian Schweinsteiger y Javier Mascherano a la manera de androide invencibles como el T-1000 interpretado por el actor Robert Patrick en Terminator II.

Reconoce el valor del mediocampista argentino y asegura que lo dibujó de esa forma porque no le daba para hacerlo “rasgándose el ano” en una final.

Pero su obsesión de alguna manera es Maradona, a quien el la tapa de History of football, le dedica el lugar central en un equipo imaginario junto al arquero soviético Lev Yashin, al aleman Franz Beckenbauer, Pelé y el holandés Johan Cruyff.

...

Una de sus ilustraciones más controvertidas para los británicos es esa en la que dibuja el famoso gol de Maradona en el Azteca pero hace un descatado con el futuro que le tocó en suerte a cada uno de los jugadores ingleses que el Diego esquivó en su corrida genial. Y a la mayoría, por lo que se deduce, de información absolutamente correcta, no le fue tan bien.

Desde el arquero Pete Shilton, que incluso tuvo que soportar un video game donde quedaba en ridículo, el Maradona Handball, hasta la sombra de la araña que se veía en medio de la cancha, de los aparatos para las transmisiones televisivas aéreas “y que no volvió a aparecer en un mundial”, destaca Squire.

...