El índice de precios elaborado por los economistas de la oposición -conocido como IPC Congreso- arrojó un incremento de precios del 2,4% para el mes de julio y un 46% acumulado desde julio 2015, en consonancia con el de los Trabajadores, anunciado por la UMET la semana pasada.

El dato expresa una leve desaceleración del 0,5% con relación al mes anterior aunque todavía está lejos del 1,5% mensual que había proyectado el ministro Prat-Gay a principios de año para este segundo semestre. Para los primeros siete meses del año el índice arrojó un incremento acumulado del 30,2 por ciento. Los datos oficiales del Indec se conocerán mañana, pero desde el relanzamiento de su difusión no han diferido sustancialmente de las estimaciones alternativas.

La suba de precios estuvo influida especialmente por los rubros de alimentos y bebidas y «atención médica y gastos para la salud» que acumula una suba del 50% interanual especialmente por la suba de tarifas de las prepagas.

Además, se conoció una encuesta realizada por la consultora IPSO y la Universidad de San Andrés que, sobre la base de un relevamiento de 1000 casos entre usuarios de Internet, revela que el 77% desaprueba la situación económica actual, divididos entre quienes evaluaron la situación económica como «bastante mala» (48%) y «muy mala» (29 por ciento). Apenas el 2% calificó la situación económica como «muy buena».

Los niveles de satisfacción sobre la marcha general del país medidos entre 1 a 10 arrojaron un promedio de 4,7 puntos que tuvieron sus puntos más bajos en seguridad (3,8), empleo (3,9) y, precisamente, economía (4).

A pesar de estos datos, la encuesta concluye que, un 50% de los encuestados aprueba la gestión del gobierno nacional mientras que un 43% la desaprueba. En junio la misma encuesta había arrojado una relación de 54% a 40 por ciento.

La inflación anual que se proyecta lindante al 50% ya ha comenzado a plantear en el escenario el reclamo de reapertura de las paritarias anuales.