Ciudad de México

Al menos 40.000 personas, según cifras oficiales, protestaron en el Centro Cívico de Baja California, ciudad fronteriza con Estados Unidos, en rechazo al incremento del precio de los combustibles, la concesión del servicio de agua a la iniciativa privada y los múltiples impuestos, mientras mantienen ocupado el Congreso estadual y el Palacio Municipal.

En lo que se considera la manifestación más grande en la historia de Baja California, según reportes de la policía municipal, hombres, mujeres y niños, muchos vestidos de blanco, gritaron consignas contra el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, reportó el diario La Jornada.

En tanto, los inconformes mantienen tomadas las instalaciones de oficinas del Congreso del estado, el palacio municipal, el gobierno del estado y la oficina de recaudación de rentas estatal, y ayer por la tarde bloqueron el acceso al palacio de gobierno y anunciaron que no permitirán actividades en el inmueble.

Alrededor de las 13 horas, 15.000 personas marcharon portando carteles y pancartas desde el monumento a Vicente Guerrero, por avenida Pioneros, una de las principales vialidades de la capital del estado, hasta el Centro Cívico.

Ahí esperaron el arribo de otros grupos de manifestantes y opositores al «gasolinazo», así como a las políticas de los gobiernos federal y estatal, hasta que se concentraron por lo menos 40.000 personas; no obstante, los organizadores de la protesta señalaron que fueron 50.000 los asistentes.

«Fuera Peña, fuera Kiko (el gobernador)» y «Ya basta, estamos hartos», coreaba la multitud, para reclamar la jubilación de más de 3.000 maestros que cotizaron por más de 30 años; el pago a docentes interinos; el esclarecimiento de desapariciones forzadas y femicidios; el cumplimiento del acuerdo de salario a jornaleros de San Quintín, fijado en 300 pesos; y la reducción del salario del gobernador en un 70%.

Durante las multitudinarias manifestaciones de estos días no ha habido enfrentamientos con la policía, y los organizadores han exigido a todos los participantes que lo hagan con la cara descubierta y sin causar daños a la propiedad privada ni tirar basura.