La pandemia volvió a afectar gravemente la vida de los europeos y genera nuevo pánico y crisis en todos los países de la región. El virus avanza y los rebrotes preocupan. “La situación con la propagación rápida del coronavirus en Alemania preocupa a las autoridades”, declaró la canciller alemana, Angela Merkel.



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(Foto: AFP)


En las últimas 24 horas en el país europeo se han registrado 12.000 nuevos casos, por lo que el gobierno tuvo que actuar. «Cada vez nos acercamos más al límite de las capacidades del sistema de Salud, no queremos permitirlo», dijo en una rueda de prensa. Las nuevas restricciones entraron en vigor hoy en Alemania: durante todo este mes cerraran restaurantes, teatros, clubes y muchos otros establecimientos que habían vuelto a la actividad, aunque las escuelas y guarderías continuarán funcionando como antes. «La efectividad de las medidas tomadas no depende de las reglas en sí, sino de cómo se cumplan», subrayó Merkel, quien instó a los ciudadanos a respetar las limitaciones.

Merkel explicó que esas medidas se implementan para frenar el crecimiento exponencial de los nuevos casos de coronavirus, evitar el agotamiento de los recursos sanitarios y para que en diciembre los alemanes «puedan vivir sin restricciones».

En Francia, por su lado, y pese al confinamiento nacional que se dispuso, doce millones de niños volvieron a las aulas este lunes, bajo medidas sanitarias y de máxima seguridad. Este regreso a clases, tras dos semanas de vacaciones de otoño, es inédito en varios aspectos: tiene lugar unos días después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, decretara un segundo confinamiento para frenar un repunte de contagios de coronavirus y tras el asesinato del profesor Samuel Paty, un  profesor que fue decapitado por un joven checheno de 18 años, islamista radical, el último día de clases antes  del receso otoñal, por haber mostrado caricaturas del profeta Mahoma en clase. El hecho sucedió en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad en las afueras del París, lo que dejo gran consternación en la sociedad francesa, y que creció cuando dos semanas después, un hombre armado con un cuchillo mató a tres personas en una iglesia en Niza y el nivel de alerta terrorista fue elevado a «urgencia atentado» en todo el territorio.

Macron  decidió que lo mejor era que regresen las clase a pesar de la preocupación esperable en la comunidad educativa, y sin hacer caso a los números que indican la virulencia de este regreso del virus en tierras galas: sólo el domingo se registraron 46.290 nuevos casos, es decir 10.000 más que la víspera, lo que tiene bajo tensión a los hospitales del país.

Según el consejo que asesora al gobierno francés, la segunda ola  no será la última ya que se acerca el invierno, por lo que podría volverse para atrás, por lo que el ministro de Salud Olivier Véran planteó la posibilidad de cerrar los colegios si las medidas adoptadas en los últimos días para frenar la epidemia no son «suficientemente eficaces».

En Italia

«La situación en Italia es grave», afirmó el jefe de gobierno italiano, Giuseppe Conte,  quien adelantó este lunes ante el Parlamento que va a imponer el toque de queda nocturno a nivel nacional para frenar la propagación del coronavirus y que se impedirá viajar a algunas regiones según el nivel de riesgo, por pedido de los expertos que lo asesoran, aunque por ahora evita decretar un segundo confinamiento nacional

Conte, apuesta a que el cierre total de los museos y las exposiciones, ayude a bajar un poco los contagios, mientras los centros comerciales cerrarán los fines de semana y días festivos. «Les pido que nos mantengamos unidos en este momento dramático», pidió  la máxima autoridad Italiana en la Cámara de Diputados, donde reconoció que es consciente del «enfado de los ciudadanos» al referirse a las violentas manifestaciones de los últimos días en algunas ciudades contra las medidas, pero reiteró que «la prioridad es defender la salud».   El anuncio  se dio luego  que se conociera el dato que el país tiene en cuidados intensivos, «un poco más de la mitad de la capacidad que Italia”, advirtió el jefe de Gobierno. Italia además registró el domingo casi 30.000 nuevos casos de coronavirus en veinticuatro horas

Se planea multiplicar la educación a distancia y reducir al 50% el aforo en los medios de transporte público a como dé lugar. Se prohibieron las salas de cine, teatros, gimnasios y piscinas, mientras que el sector gastronómico, uno de los más importantes de Italia, también tiene reglamentaciones: los restaurantes y bares deben cerrar a las 18:00 hs

En Inglaterra

Por otro lado, en el Reino Unido, el país más castigado de Europa por la pandemia, con casi 47.000 muertes confirmadas por covid-19, ante una segunda oleada de contagios que puede ser más mortal que la primera. El primer ministro británico, Boris Johnson, debió defenderse de quienes le acusan de haber tardado en imponer un segundo confinamiento, más cuando ya había sido acusado en marzo de haber tardado en reaccionar. Desde muchos sectores responsabilizado del elevado número de víctimas.

Tras haberse resistido durante semanas a aplicar medidas a nivel nacional, privilegiando en su lugar restricciones locales que resultaron insuficientes, Johnson anunció repentinamente el sábado un nuevo confinamiento desde el próximo jueves y hasta el 2 de diciembre, que ahora este será más largo y costoso.