El exdictador y general Luis García Meza, que gobernó a Bolivia entre 1980 y 1981, murió hoy a los 86 años en un hospital militar en La Paz a causa de una obstrucción respiratoria, informaron allegados.

El abogado Frank Campero, representante de García Meza, indicó que el ex presidente de facto falleció en la madrugada, luego de una serie de paros cardíacos por el «deterioro en su estado físico» en los últimos meses.

Recordó que el exmilitar fue operado hace unos 20 años, cuando le insertaron una válvula en el corazón, e indicó que por su edad ya no era posible volver a operarlo, apuntó en declaraciones citadas por la agencia española EFE.

«Tener estos infartos que ha tenido de manera prolongada y continua ha acabado con su vida hoy a las tres de la madrugada aproximadamente», afirmó.

Como comandante de la Fuerza Aérea boliviana, García Meza lideró el golpe de Estado del 17 de julio de 1980 que derrocó a la presidenta constitucional interina de ese entonces, Lidia Guéiler Tejada, días antes de que el candidato y expresidente Hernán Siles Suazo tomara posesión del poder por segunda vez al haber ganado las elecciones presidenciales de 1980.
Extraditado a Bolivia por la Justicia brasileña en marzo de 1995, García Meza fue condenado por un tribunal de La Paz a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por delitos cometidos durante su dictadura, en la que murieron y desaparecieron varios dirigentes de izquierda, entre ellos el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.

El ex dictador fue condenado a reclusión en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, en el altiplano, al igual que su ministro del Interior, Luis Arce Gómez.

En enero de 2017, el Tribunal de Roma sentenció a García Meza y a otros siete ex militares latinoamericanos a cadena perpetua por crímenes cometidos contra italianos con doble nacionalidad en el denominado Plan Cóndor de represión ilegal coordinada que llevaron a cabo los regímenes dictatoriales de la región entre las décadas de 1970 y 1980.

García Meza murió cuando llevaba cumplidos 18 años de prisión, los últimos cinco internado en un hospital militar de La Paz por problemas cardíacos.