Dos fuertes temblores sacudieron el domingo la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, en el noroeste del país, que ya fue golpeada por un sismo en abril, obligando a residentes en la zona e incluso de la capital, Quito, y otros puntos a salir a la calle por el movimiento telúrico. Por el momento no se reportaron daños ni heridos.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) registró un sismo con una magnitud preliminar de 6,4 grados a las 21:11 (0211 GMT) al noroeste de la población de Quinindé, a 153 kilómetros al noroeste de Quito.

El terremoto estuvo precedido de otra sacudida de magnitud 5,9 registrada a las 21:01 (0201 GMT), según el Instituto Geofísico ecuatoriano. Ambos hicieron que la población de la provincia de Esmeraldas, en la frontera con Colombia, saliera a calles y plazas. Escenas similares se repitieron incluso en Quito y ciudades como Santo Domingo.

Por otra parte, en la provincia de Manabí, en la costa central ecuatoriana, se registró en la madrugada del viernes una cadena de movimientos sísmicos que comenzó con un temblor de magnitud 5,5 y réplicas de entre 3,9 y 4,6, lo que mantuvo en vilo a la población de la zona.

Dos días antes se había producido otra sacudida un poco más al norte, al frente de la provincia de Esmeraldas, lo que obligó a las autoridades a suspender las actividades escolares.

El Instituto Geofísico precisó que se han registrado más de 2.100 réplicas del terremoto de magnitud 7,8 del 16 de abril que ocasionó graves daños en la provincia de Manabí y, en menor proporción, en Esmeraldas, y dejó un saldo de 663 fallecidos, 6.272 heridos y al menos 28.827 personas sin vivienda.