Más de 30 miembros de ambas cámaras del Parlamento británico solicitaron a Estados Unidos que deje de reclamar la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien este martes cumple cuatro años preso en el Reino Unido, y lo deje en libertad.

Los diputados y lores enviaron una carta al fiscal general y secretario de Justicia de Estados Unidos en la que le piden que «ponga fin al procedimiento de extradición contra Julian Assange», a quien Washington acusa de delitos informáticos.

«Este 11 de abril se cumple el cuarto aniversario de la detención del señor Assange, periodista y editor galardonado, en la prisión de Belmarsh, en Londres, donde espera una decisión sobre su extradición a Estados Unidos de América», dijeron los firmantes.

Los parlamentarios advirtieron que la extradición «tendría claramente un impacto escalofriante en el periodismo y sentaría un precedente peligroso para otros periodistas y organizaciones de medios de comunicación».

«También socavaría la reputación de Estados Unidos en materia de libertad de expresión y Estado de derecho», expresaron.

Los parlamentarios pidieron al fiscal general estadounidense, Merrick Garland, que «abandone el procedimiento de extradición para permitir que Assange, de 51 años, regrese a su hogar en Australia», su país natal.

El parlamentario laborista Richard Burgon, uno de los firmantes de la carta, dijo que los demás participantes de la iniciativa estaban cada vez más alarmados por la posible extradición de Assange a Estados Unidos.

«Cualquier extradición supondría, de hecho, someter a juicio la libertad de prensa. Sentaría un precedente peligroso para periodistas y editores de todo el mundo», dijo.

Assange es un periodista y activista australiano que fundó el sitio web WikiLeaks en 2006, desde el cual publicó en 2010 información confidencial filtrada de gobiernos y empresas, incluidos cables diplomáticos y documentos militares estadounidenses.

En 2012, Assange, que en ese momento estaba bajo arresto domiciliario en el Reino Unido, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, donde enfrentaba acusaciones de violación que ya han prescrito.

El 11 de abril de 2019, Ecuador le retiró el asilo y la policía británica lo detuvo dentro de la embajada por haber violado su arresto domiciliario en 2012 mientras se tramitaba su posible extradición a Suecia.

Actualmente, se encuentra en la prisión de Belmarsh en Londres a la espera del final del proceso de extradición a Estados Unidos por cargos relacionados con la filtración de documentos clasificados por parte de WikiLeaks.