El ex presidente peruano Ollanta Humala (2011-2016), preso junto a su esposa Nadine Herrera desde la noche del jueves por presunta corrupción y lavado de activos, está alojado desde este viernes en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (PNP), donde se encuentra encerrado desde 2009 el ex gobernante Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

El expresidente Alan García lamentó el encarcelamiento de su sucesor y de su esposa, pero los acusó de destruirlo cuando estaban en el poder: «Aunque usaron su poder para destruirme en vez de promover el crecimiento, lamento por la patria y por sus hijos el espectáculo de ayer», escribió García en Twitter. Sin embargo, pidió «hacer justicia sin humillación pública», porque «solo las almas crueles disfrutan las desgracias del caído».

Nadine Herrera, que también está con detención preventiva por 18 meses, igual que su esposo, dictada por el juez Richard Concepción Carhuancho, fue llevada a la cárcel de mujeres de la zona limeña de Choriillos.Uno de los abogados de la pareja, Wilfredo Pedraza, afirmó el viernes que su cliente debía ser internado en el mismo cuartel policial en que está el exmandatario Fujimori, «por principio de equidad».

En un encuentro con reporteros, Pedraza afirmó que Humala, por razones de seguridad, no puede ir a una cárcel común y que lo lógico es que se le lleve al mismo lugar que Fujimori, quien goza de un amplio espacio dentro del cuartel en el oriente de Lima.

Por su parte, el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, dijo sentir «tristeza» porque en su país hay dos exmandatarios encarcelados: Fujimori y ahora también Humala.

«Yo creo que la imagen del Perú está dividida. Por un lado, el país está buscando eliminar la corrupción y por el otro, el Poder Judicial y la opinión pública piensan que hay mucha corrupción. Por eso tenemos una situación trágica y lamentable», dijo Kuczynski a reporteros, citado por las agencias DPA, EFE y Reuters.

Humala y su esposa se entregaron a la Justicia en la noche del jueves después de que un juez les dictara prisión preventiva mientras se los procesa por supuestos lavado de activos y asociación para delinquir, delitos relacionados al caso Odebrecht, por haber recibido de esa empresa tres millones de dólares durante la campaña electoral del 2011.

Además, se los acusa de que, ya en el poder, le «devolvieron el favor» a la constructora brasileña al adjudicarle el contrato para la construcción de un gasoducto. Ambos llegaron vistiendo chalecos antibalas y fueron conducidos al calabozo.

En tanto, Isaac Humala, padre del expresidente, afirmó que el juez que ordenó el jueves la prisión preventiva de su hijo y de su esposa «es un burrazo» y «un mal juez». «El juez es un burrazo, porque él debía inhibirse (en este caso), pero como es ignorante, mal juez y mal hombre (no lo hizo)», declaró el padre del ex gobernante a los periodistas.

Para Humala padre, el juez Carhuancho debió inhibirse por ser un magistrado de primera instancia y el caso de su hijo debió ser visto por un magistrado superior, ya que se trata de un ex presidente.

Isaac Humala reveló, además, que hace tres años que no mantiene ningún contacto con su hijo ni con su nuera. Este distanciamiento está vinculado a las discrepancias políticas entre ambos, ya que el padre, igual que su encarcelado hijo Antauro, son partidarios de un movimientos ultranacionalista denominado etnocacerista, que el expresidente y exteniente coronel del Ejército Ollanta Humala dijo profesar hace años, pero luego abandonó.

El padre del expresidente afirmó al canal de televisión ATV que su hijo no es inocente, pero que lo que hizo no corresponde a un delito, sino a irregularidades que no pueden ser sancionadas con cárcel.

«Sin esos tres millones (que recibió de Odebrecht) no hubiera llegado a ser presidente», señaló Isaac, abogado de 85 años, y evaluó que eso en sí mismo no es un delito, y que la infracción que cometió es no haber bancarizado ese dinero para pagar los impuestos correspondientes.

En cambio Antauro, hermano de Ollanta, preso desde 2005 por una sublevación del etnocacerismo que dejó seis muertos, consideró «la decisión del juez Carhuancho no es solo justa y valiente, sino patriótica». En una carta que fue difundida por medios de prensa locales Antauro Humala escribió: «Finalmente, este día ha de ser celebrado por el tan traicionado y abnegado pueblo etnonacionalista».

Agregó que «esta merecida tragedia de la despreciable dupla Ollanta-Heredia no deshonra, sino que delata aún más el institucionalizado saqueo presidencialista del erario nacional por parte de todos los presidelincuentes habidos en un cuarto de siglo de vigencia de la República».

Ollanta Humala, de 55 años, ahora comparte penal con Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por 25 asesinatos y dos secuestros durante su gobierno, además de otros actos de corrupción.