Creo que vale la pena intentar una interpretación de los datos de las últimas encuestas que muestran un crecimiento de Jair Bolsonaro y el estancamiento de Fernando Haddad. Considero que existen dos factores detrás del avance del candidato de ultraderecha. El primero de ellos, es una cierta anticipación de la segunda vuelta en la medida en que su rival del PT creció y la campaña de Bolsonaro pasó a ser atacada.

Al parecer #elenao tambien habría tenido un papel en este proceso de anticipación del voto en Bolsonaro (lo siento mis amigas feministas pero parece que hubo este efecto). Todos los que al principio lo apoyaban o podrían hacerlo y estaban en otras candidaturas se movieron hacia él para anclar una candidatura contra el PT. Si, por un lado, esto hizo que su candidatura rompiera la marca del 30% de los votos, creo que hace la segunda vuelta más difícil para él porque ya ha conseguido la mayoría de los votos fáciles.

Vale la pena señalar que Datafolha mostró variación negativa de Marina Silva, de Geraldo Alckmin y de Joao Amoedo. Aunque estas variaciones estén en el margen de error, todas ellas van en la misma dirección y estos votos pueden haber ido a Bolsonaro.

Creo que tiene un segundo elemento importante: el apoyo que el obispo Edir Macedo de la Iglesia Universal le dio el fin de semana. Esto explica algo que en principio parece inexplicable: como el crecimiento del voto en  Bolsonaro entre mujeres en la región Nordeste que ganan hasta 1 salario mínimo. Sólo  ese apoyo puede explicarlo.

Por otro lado, está ocurriendo en la recta final lo que muchos temían. La concentración de agresiones en el campo de la izquierda. Se unió a la gran prensa que no tuvo siquiera la dignidad de dar las manifestaciones del #elenao en primera página el domingo.

Todos fue contra Haddad, que también recibió palos de Ciro Gomes y del Lava Jato, con la liberación de la delación de Antonio Palloci que hizo el juez Sergio Moro fuera de la ley.

 De cualquier forma, el hecho es que Haddad se ha debilitado y aún peor: los partidarios de Bolsonaro están ocupando las calles de las grandes capitales del país intentando crear una ola a favor de él.

Es preciso urgentemente un pacto de no agresión entre los candidatos de la izquierda, o la izquierda llegará muy débil a la segunda vuelta. El momento es de hacer lo que el campo conservador hizo la semana pasada, cerrar filas alrededor del candidato más viable.