El mes que lleva en prisión por corrupción no modificó el favoritismo del electorado brasileño por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien una encuesta coloca primero con un 32,4% de intención de voto contra el 16,7% de su perseguidor, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, según el tradicional sondeo de la Confederación Nacional del Transporte realizado por al consultora MDA.

La encuesta también arrojó números que ubican al presidente Michel Temer como el posible candidato más rechazado por parte del electorado en los comicios de octubre y pone a Bolsonaro por sobre otras opciones de derecha moderada o o derecha liberal.

La encuesta confirma a Lula como favorito, pero consigna también que en caso de que el ex presidente no pueda participar, el favorito sigue siendo Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), disputando con la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva.

Sin Lula -que puede ser inhabilitado por la Justicia Electoral en setiembre por su condena en dos instancias-, Bolsonaro (18%) y Silva (11%) son los favoritos, seguidos por el laborista Ciro Gomes, con 9%. Con menos de 6% aparece el ex gobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña. El sondeo confirmó los números de marzo sobre el favoritismo de Lula y redujo la intención de voto de Bolsonaro.

Lula está detenido desde el 7 de abril pasado para cumplir una condena por corrupción y lavado de dinero.

La encuesta también sirvió como un termómetro para el mercado financiero: el dólar abrió a la baja a 3,59 reales pero luego de que se confirmaran que las dos opciones continuaban siendo Lula o Bolsonaro, subió a 3,62, un 0,6%, y llegó a niveles que no se registraban desde 20-16, año de la turbulencia con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.

No pareció calmar al mercado de cambios la previsión del informe Focus del Banco Central que pronosticó, en base a los analistas de los principales bancos, que se prevé un dólar a 3,40 reales a fin de año ni la posibilidad de que el gobierno, tras las elecciones ponga en agenda parlamentaria la reforma jubilatoria.

«La encuesta refleja el éxito de la estrategia de Lula, de seguir candidato», escribió el diario económico Valor.

Es que el Partido de los Trabajadores ha confirmado a Lula como su Plan A y lo inscribirá el 15 de agosto ante la justicia electoral como candidato. El tribunal puede impugnarlo porque es un condenado en dos instancias, pero la apelación a esta resolución puede ir más allá de la época de la elección.

«Lula podría ganar la elección y luego ser inhabilitado. Ese sería un escenario novedoso de conflicto de intereses de la voluntad popular con la justicia electoral», dijo a Télam un hombre cercano al ex presidente preso en Curitiba desde el 7 de abril.

Otro escenario destacado por la encuesta fue que Lula vence a todos sus rivales en la segunda vuelta.

«Hace un mes que Lula no puede estar en la calle y sigue venciendo», dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.

El ex presidente depende de dos recursos ante la corte suprema para lograr su libertad, pero esto no está en agenda. Sin Lula, la derecha moderada ha quedado derrotada en el sondeo por Bolsonaro, tal el caso de la ambientalista evangelista Silva y del ex gobernador de San Pablo, Alckmin.

Silva y el laborista Ciro Gomes ganaron con la resistencia de la candidatura del ex juez Joaquim Barbosa.

El sondeo, sin Lula, arrojó el siguiente cuadro: Bolsonaro, 18,3%; Silva, 11,2%, Ciro Gomes, 9,0%; Alckmin, 5,3%; Álvaro Dias, 3,0%; Fernando Haddad, 2,3%; Fernando Collor, 1,4%; Manuela D´Ávila, 0,9%; Guilherme Boulos, 0,6%; João Amoêdo, 0,6%; Henrique Meirelles, 0,5%; Flávio Rocha, 0,4%; Rodrigo Maia, 0,4%; y Paulo Rabello de Castro, 0,1%. Los blancos y nulos son 29,6% y los indecisos 16,1%.

La esperanza del brasileño en mejorar de vida cayó de marzo a mayo del 28% que tenía expectativas de mejorar el empleo al 21% la semana pasada, dice el sondeo.

Incluso Bolsonaro cayó dos puntos, de 20% a 18% en el escenario que lidera.

La situación de Lula es dispar: el 51% dice que está cumpliendo una condena en forma justa, pero el 90% de los brasileños considera que el Poder Judicial otorga condenas en forma desigual.

El 61% de la población dice que la corrupción seguirá igual o empeorará pese a la Operación Lava Jato, que desde 2014 descubrió el escándalo del Petrolao y la financiación de la política con desvíos de la estatal Petrobras.

Preso, Lula ha logrado reducir su rechazo en la población. La encuesta arrojó que ahora quien está cerca del gobierno de Temer tiene una aversión mayor.

El gobierno del presidente Michel Temer es aprobado por el 4,3% de los brasileños y, de cara a su posible reelección en octubre, el 87,8% dijo que nunca votaría al actual jefe del Estado.

Apenas un 0,3% dijo que Temer es su candidato a la presidencia en los comicios de octubre. Según el sondeo, la evaluación del gobierno de Temer, iniciado el 12 de mayo de 2016 con la salida de Dilma Rousseff mediante un juicio político, es positiva para el 4,3% de los entrevistados, contra el 71,2% de evaluación negativa.

Para 21,8%, la calificación del gobierno es regular, dice el sondeo divulgado por la CNT en Brasilia.

El rechazo a votar a Temer es el mayor entre todos los candidatos: el actual gobernante tiene el 87,8% del electorado en contra de ofrecerle el apoyo en la urna electrónica en octubre.

Lula es rechazado por el 47% pero sus rivales directos lo son más, como el caso de Bolsonaro (53% de electores dijeron que nunca lo votarían), Silva, del ambientalista Rede (57% de rechazo) y el ex gobernador Alckmin (56% de electores que dicen que nunca lo respaldarían).