Estrasburgo

El presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, propuso ampliar la duración y la capacidad de su plan de inversión, en su discurso anual sobre el Estado de la Unión en la Eurocámara en Estrasburgo (noreste de Francia).

«Inversión significa empleos. Hoy propongo duplicar la duración y la capacidad de nuestro fondo de inversión», dijo el presidente del ejecutivo europeo, quien busca alcanzar los 630.000 millones de euros (700.000 millones de dólares) para 2022.

El denominado Plan Juncker, que busca impulsar el crecimiento y el empleo en Europa, contemplaba un objetivo de 315.000 millones de euros durante tres años a partir de 2015 a través del Fondo para Inversiones Estratégicas financiado por el presupuesto europeo y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), además de inversores privados.

«Por supuesto, con la contribución de los Estados miembros, podemos ir más rápido», dijo Juncker a los eurodiputados, máxime cuando países del bloque se muestran reticentes a contribuir económicamente.

Durante una cumbre en Atenas el pasado viernes 9, los mandatarios de países del sur de la Unión Europea, entre ellos el francés François Hollande y el italiano Matteo Renzi, acordaron apoyar la voluntad de Juncker de duplicar su plan de inversión.

Juncker, por otro lado, anunció el lanzamiento de un plan de inversiones para África que permitiría, dijo, ofrecer perspectivas económicas y disuadir así a los candidatos a la emigración. El plan, sin embargo, tiene como objetivo secundario competir con los capitales chinos que vienen desplazándose al continente desde hace más de una década.

«Lanzamos un ambicioso plan de inversiones para África (…) con la posibilidad de sumar inversiones por 44.000 millones de euros», dijo Juncker en su discurso de la Unión .»Si los Estados miembros de la UE contribuyen, puede ascender hasta 88.000 millones de euros», agregó.

«Esto completará nuestra ayuda al desarrollo y nos permitirá responder a una de las causas de la inmigración», continuó estimando que esta nueva ayuda como «crucial en un momento en que el crecimiento económico en los países en vías de desarrollo se encuentra en su más bajo nivel desde 2003».

Este nuevo plan «ofrecerá perspectivas a los que, si no las tuviesen emprenderían peligrosos viajes con la esperanza de una vida mejor», dijo, en referencia a lo que consideran en Europa como una inmigración económica.

El plan supone incitar a inversores privados y públicos a inyectar dinero en diferentes proyectos para los cuales el presupuesto de la UE ofrecerá garantías.

En contrapartida, los países africanos deberían aceptar el ingreso a sus países a más de sus ciudadanos llegados a Europa y en procedimiento de expulsión y luchar contra las mafias de traficantes de seres humanos.