El economista conservador Rodrigo Chaves asumió este domingo como presidente de Costa Rica para el período 2022-26, con la promesa de sanear la economía del país centroamericano, fuertemente golpeada tras la pandemia.

El gobernante, de 60 años y tres décadas de carrera en el Banco Mundial, juró ante el Parlamento sin más público que las y los diputados e invitados internacionales.

“Es el momento de dejar atrás las viejas prácticas que tanto nos cobra, y con toda razón, el pueblo costarricense. Aquí no hay distingos entre oficialismo y oposición: si una vez más la clase política falla, el país se podría desmoronar”, leyó Chaves en su discurso después de juramentar sobre una Biblia.

Chaves, que fue ministro de Hacienda de su antecesor, Carlos Alvarado, durante siete meses en 2019-20, venció en segunda vuelta al expresidente José María Figueres el 3 de abril pasado.

Costa Rica tiene 23% de su población en situación de pobreza, 6,3% en indigencia y 13,6% de desempleo, según datos oficiales. Su economía, que depende mayoritariamente del turismo, fue duramente impactada por la pandemia de coronavirus.

Chaves dijo recientemente que esperaba “mejorar” las condiciones de un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 1.700 millones de dólares, que el gobierno de su antecesor, Carlos Alvarado, consideró “vital” para las finanzas del país.

En materia de política exterior, Chaves seguramente mantenga la postura de enfrentamiento a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua. A su asunción invitó al líder opositor venezolano Juan Guaidó, pero no asistió.

Por otra parte, Chaves ya adelantó que no ratificará el Acuerdo de Escazú, un pacto regional para la protección del ambiente.

La trayectoria de Chaves

Rodrigo Alberto de Jesús Chaves Robles nació en el distrito del Carmen de San José el 10/06/1961.

Es un economista costarricense y exfuncionario de carrera del Banco Mundial.

En 1986 se casó con la economista costarricense Monika Hempel Nanne con quien mantuvo una relación por 10 años y tuvo su primer hijo.

Obtuvo un doctorado en economía de la Universidad Estatal de Ohio y desempeñó cargos en el Banco Mundial durante 27 años en más de 45 países de América, Europa y Asia.

Antes de su nombramiento como ministro, trabajaba como director país del Banco Mundial para Indonesia.

En 1992, antes de terminar su doctorado, el Instituto de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard le ofreció una beca de cuatro meses para realizar una investigación de campo sobre pobreza, pobreza rural, microempresa y empresa mediana en Indonesia.

Cuando concluyó su doctorado, el Banco Mundial le ofreció trabajo por la publicación de su investigación. Durante su estancia en el país conoció a la que sería su segunda esposa, la economista letona Signe Zeicate con quien se casó en el 2012 y tuvo una hija llamada Isabela

Chaves afirmó haber tomado la decisión de aceptar la jerarquía del Ministerio de Hacienda por dos motivos: Patria y madre, la primera porque afirmó que cuando el presidente Alvarado le contactó y le comentó su visión país las políticas públicas que ejecutaba y lo que quería hacer sintió que debía asumir el desafío y la segunda, porque su madre mayor de edad requería de alguien que la cuidara luego del fallecimiento de su hermana.

“En el año 2019, mi mamá quedó sola porque murió la hermana que la cuidaba. Y me salió la oportunidad, me llamó el presidente de la República, para ofrecerme en Ministerio de Hacienda, y cuando a uno lo llaman la madre y la patria ¿Quién puede decir que no?”, expresó el mandatario.

Al asumir el cargo, Chaves expresó que tomó la decisión de jubilarse como funcionario del Banco Mundial y regresar a Costa Rica por considerar que de haber solicitado un permiso para ausentarse podría presentar un conflicto de interés, debido a las conversaciones que entabló con esa organización como parte de su gestión ministerial.

El paso de Chaves por el Ministerio fue corto y marcado por polémicas debido a sus declaraciones en prensa, no autorizadas por el presidente, como la idea de imponer un impuesto a los salarios superiores a los 500,000; y por hacer pública una carta en la que pedía el veto de una ley aprobada por la Asamblea Legislativa, que excluía a las Municipalidades, de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y promulgada en el 2018 durante la crisis fiscal.

Renunció al cargo el 28/05/2020, luego que el presidente de la República, así lo solicitará, por considerar que existían diferencias irreconciliables.