En lo que hasta ahora manifiesta como un fracaso en las negociaciones que representantes ucranianos y rusos mantuvieron el lunes en la frontera de Ucrania y Bielurrusia para lograr un alto el fuego, Moscú alega que “no ve voluntad por parte de Kiev de buscar una solución legítima y equilibrada a la crisis”, según el representante permanente de Rusia ante la sede de la ONU en Ginebra, Guennadi Gatílov.

Mientras tanto, y ante un impasse sin fecha para una nueva cita para continuar con las negociaciones -que ambas partes inicialmente habían considerado productivas- las tropas rusas atacaron la torre de televisión de Kiev y bombardearon por tercer día consecutivo la segunda ciudad ucraniana, Járkov, ubicada cerca de la frontera con Rusia.

Fuentes de Revista Ejércitos, un portal que cuenta habitualmente con información confirmable basada en España sobre cuestiones militares, señala que los efectivos rusos avanzaban sobre Kiev con artillería y aviación presumiblemente para cercar a la capital. Pero encontraban una resistencia no esperada a lo largo del camino. Todo indicaba que no podían superar el escollo que representan los drones TB-2 que envían las fuerzas ucranianas.

Imágenes satelitales habían mostrado una columna de más de 60 kilómetros de vehículos blindados y artillería que avanzaban desde el norte en dirección a Kiev en lo que muchos medios interpretaron como el asedio final contra la ciudad. El presidente ruso, Vladímir Putin, en tanto, había ordenado ya el domingo activar “en modo especial de combate” al arsenal nuclear, lo que plantea un peligro adicional de recrudecimiento de un conflicto que puede envolver a todo el continente y desde luego, al mundo.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, publicó en su cuenta de Twitter que habló con el presidente estadoundiense Joe Biden a quien le planteó la necesidad de «frenar» la invasión rusa de Ucrania «cuanto antes». “Se habló sobre el liderazgo estadounidense en las sanciones antirrusas y sobre la asistencia en defensa para Ucrania», escribió Zelenski.

En ese marco, avanzan una catarata de castigos de la más diversa índole contra todo lo que suene a ruso, aunque las consecuencias -que ya pintan como más graves para la economía mundial que la pandemia de coronavirus- las padecerán todos los países, sin distinción. Así, las bolsas europea svolvieron a desplomarse hasta un 4,14% y los precios del petróleo treparon por sobre el récord de 2014, hasta 107,44 dólares el Brent y 106,29 el barril de WTI. En Nueva York, el índice Dow Jones perdió 612,58 unidades (-1,81%) y el Nasdaq, tecnológico, bajó 1,73 puntos.

La inestabilidad se explica también por las sanciones, que perjudican tanto a empresas y oligarcas rusos como a empresas de occidente que hacen negocios con ellos. Apple, por ejemplo, anunció que pone “en pausa” las ventas de productos a Rusia. «La semana pasada, detuvimos todas las exportaciones en nuestros canales de venta en el país. Apple Pay y otros servicios han sido limitados, como los servicios de RT News y Spuntik”. Ambos medios tambièn fueron prohibidos en varios países.

Por otro lado, la firma suiza Nord Stream 2 AG. con capitales de Gazprom, operadora del proyecto del gasoducto que EEUU quería clausurar desde la época de Donald Trump y logró ahora con Biden, podría ir a la quiebra. Lo anunció Silvia Thalmann-Gut, secretaría de Economía de la localidad de Zug, donde tiene su sede, quien aseguró que ya fueron despedidas 106 personas que trabajaban en el país helvético.

En otros planos, a la suspensión de los equipos de fútbol de la FIFA y la UEFA, se agregó la exclusión de todos los deportistas de Rusia y Bielorrusia -su principal aliado en esta incursión- de la federación internacional de atletismo, World Athletics. Tembién se excluyó a los deportistas de Rusia y Bielorrusia (un país aliado de Moscú) del Mundial de Voleibol. Varias orquestas y festivales, además, anularon los contratos con Valeri Guérguiev, despedido de la dirección de la orquesta filarmónica de Múnich.

Pero el gobierno ruso también padece las consecuencias de manera directa, entre otras cuestiones por la suspensión del sistema de transferencias bancarias Swift y el bloqueo de fondos en su Banco Central. Este martes se anunciaron una serie de medidas para sostener el rublo y preparaba un decreto para para frenar la fuga de inversiones extrajeras.