Con la totalidad de las actas procesadas y algunas impugnaciones y observaciones todavía sin resolver, la Justicia electoral aún no proclamó al vencedor de las elecciones celebradas el domingo pasado en Perú, por las que al cierre de esta edición los resultados provisionales daban como ganador al maestro de izquierda Pedro Castillo por muy escaso margen, casi 51 mil votos, frente a la derechista Keiko Fujimori. La demora, inexplicable para quienes apoyan al profesor cajamarquino de Perú Libre, mantiene el estado de tensión en el país, con movilizaciones y acusaciones de fraude y rumores e intentos de golpe de Estado.


A eso se sumó el escándalo de una ampliación fuera de reglamento –otorgada y luego revocada por el Jurado Nacional Electoral– de los plazos para presentar pedidos de nulidad de actas, solicitado por Fuerza Popular, el partido de Fujimori. La fecha original caducaba el miércoles 9 de junio y el JNE lo había extendido hasta el viernes último, lo que favorecía la estrategia jurídica fujimorista de impugnación de actas con el propósito de crear un clima político negativo y “ganar tiempo para buscar otras alternativas” en la visión del sector castillista. Sin embargo, pocas horas después de conocida y criticada la resolución, el propio JNE publicó un comunicado advirtiendo que daba marcha atrás con la medida, con el voto de tres de los cuatro miembros. “Cabe señalar que el acuerdo inicial fue adoptado con el propósito de que ambos partidos políticos pudieran someter a revisión todas las nulidades planteadas”. Sin embargo, agregó ayer el JNE, ese propósito “entraba en colisión” con una resolución del Tribunal Constitucional sobre las etapas del proceso electoral. Por otro lado, consideró “necesario aclarar que el planteamiento de ampliación de plazo fue presentado por la organización política Fuerza Popular”, ante la acusación de que habían sido algunos de los miembros del JNE quienes lo habían hecho.


“Tras el retroceso del JNE en la ampliación del plazo para las nulidades, saludo a los/as ciudadanos/as por su activa participación vigilante y pacífica. Asimismo, llamamos al pleno del JNE a garantizar y velar por un proceso electoral limpio y justo. El pueblo peruano lo merece”, tuiteó Pedro Castillo al conocer la noticia. Desde mediados de esta semana se vienen produciendo concentraciones frente a la sede de Perú Libre en Lima para apoyar al maestro y presionar a las autoridades para que se pronuncie sobre el resultado.
Los últimos datos consultados de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) dicen que con la totalidad de las actas procesadas, es decir ya cargadas al sistema, y faltando cerca del 0,1% de actas contabilizadas, el resultado arroja un 50,145% para Castillo frente al 49,855% para Fujimori. Pese a lo ajustado, la brecha es un poco más amplia que la de la última elección de 2016, cuando Fujimori perdió frente a Pedro Pablo Kuczynski por 50,12% a 49,88%. Entonces reconoció la derrota a pocos días de los comicios, a diferencia de lo que plantea en esta oportunidad. Ayer había convocado a una manifestación con la consigna “Respeta mi voto. O nos unimos o nos hundimos”. Fujimori aseguró que “existen actores externos que están vulnerando la voluntad popular. Nosotros seguiremos defendiendo nuestro derecho voto a voto”. El jueves difundió una carta de apoyo del grupo Idea, integrado por presidentes y expresidentes de derecha, entre ellos Mauricio Macri, el español José María Aznar y algunos extremos como el colombiano Álvaro Uribe o el boliviano Jorge Tuto Quiroga, que pide “esperar” a la definición de los organismos oficiales. Es decir, el señalado “ganar tiempo”. Del otro lado, otros dirigentes internacionales ya felicitaron a Castillo por el triunfo. Entre ellos el presidente argentino, Alberto Fernández, y el boliviano Luis Arce, lo que motivó una reacción del gobierno peruano: envió cartas de protesta a las embajadas por considerar que aún no estaba oficializado el resultado. Los mandatarios en realidad siguieron la línea de otros dirigentes, como Evo Morales, Lula Da Silva, Dilma Rousseff o Rafael Correa, miembros del Grupo de Puebla, que integran, y que el sábado también se pronunció en el mismo sentido.


El JNE aún no indicó cuándo proclamará al vencedor. Solo prometió hacerlo “en el menor tiempo posible, dentro de lo razonable”.


Hasta ahora, tanto los organismos gubernamentales como los veedores internacionales coinciden en la transparencia del proceso electoral y la imposibilidad de un fraude sistemático, como busca instalar Fuerza Popular.


Temiendo un estallido social, el presidente Francisco Sagasti pidió “serenidad y calma” a los partidarios de uno y otro espacio y reveló que dialogó con Álvaro Vargas Llosa por este tema. El hijo del premio Nobel fue un manifiesto impulsor de la candidatura de Fujimori. «

Keiko, contra las rejas
El fiscal anticorrupción de Perú, José Domingo Pérez, miembro del equipo especial Lava Jato, pidió que se revoque la libertad condicional a Keiko Fujimori y se le imponga prisión preventiva. La excongresista está acusada del delito de lavado de activos y, según el fiscal, viene incumpliendo las reglas impuestas por una sala superior, en la resolución que dispuso su excarcelación en 2020, como la de comunicarse con testigos vinculados al caso de los presuntos aportes ilícitos a sus campañas 2011 y 2016. El fiscal tomó como prueba la conferencia de prensa del miércoles en la que la candidata presentó a uno de los testigos del caso, Miguel Torres, como abogado y vocero político de la persona jurídica Fuerza Popular, su partido.
En tanto, la fuerza de Castillo, Perú Libre (PL), también recibió una buena noticia judicial. El juez Alain Salas Cornejo declaró un hábeas corpus a favor del titular de PL, Vladimir Cerrón. Este recurso declaró nulas las sentencias de corrupción contra Cerrón en primera y segunda instancia y ordenó un nuevo pronunciamiento del juez del 5° Juzgado Penal Unipersonal en Corrupción de Funcionarios.