El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso que republicanos y demócratas lleguen a un acuerdo para endurecer el control de armas de fuego y vinculó esta iniciativa a una reforma migratoria, tras los dos tiroteos masivos de este fin de semana que dejaron 29 muertos y decenas de heridos en los estados de Texas y Ohio.

Un hombre blanco de 21 años, armado con un rifle de asalto, mató el sábado a 20 personas, incluidos seis mexicanos, cerca de un supermercado en El Paso, una ciudad con 85% de su población de origen hispano ubicada en la frontera con México.

Un manifiesto, atribuido al tirador y que circulaba en Internet, denuncia «una invasión hispana de Texas» y evoca los tiroteos que llevó a cabo un supremacista blanco en mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, el 15 de marzo, con saldo de 51 muertos.

El tiroteo de El Paso es abordado como un caso de «terrorismo doméstico», anunciaron las autoridades federales.

Trece horas después del ataque de El Paso, un hombre blanco de 24 años sembró terror en Dayton, Ohio, matando a nueve personas en menos de un minuto. Su hermana está entre las víctimas y sus motivos no estaban claros en lo inmediato.

«Los republicanos y los demócratas deben unirse y obtener verificaciones de antecedentes sólidas, quizás uniendo esta legislación con una reforma migratoria que se necesita desesperadamente», tuiteó Trump.

«No podemos dejar que quienes perdieron la vida en El Paso (Texas), y Dayton (Ohio), hayan muerto en vano», escribió el mandatario en Twitter, en alusión a los dos tiroteos que sacudieron este fin de semana Estados Unidos. «No podemos olvidarlos, ni a todos los que vinieron antes de ellos. Tenemos que lograr que algo bueno, si no grande, de estas dos tragedias», agregó.

Las masacres fueron registradas en menos de 24 horas. El sábado, Patrick Crusius, de 21 años, entró a un Waltmart de El Paso, a unos kilómetros de la frontera con México y abrió fuego. Mató a 20 personas e hirió por lo menos a 26.

En este caso, el sospechoso fue detenido y según le habría dicho a las autoridades, su idea era “matar tantos mexicanos”, como le fuera posible. El jefe de la policía de la localidad fronteriza, Greg Allen, confirmó que Crusius se entregó a las autoridades sin oponer resistencia y la investigación preliminar apunta «un vínculo con un delito de odio».

Poco antes de la matanza, el presunto asesino había dejado un escrito en las redes advirtiendo que había «una invasión hispana en Texas» que pretendía un «reemplazo de la gente de raza blanca por extranjeros».

Unas 13 horas después, un hombre, identificado como Connor Betts, de 24 años, mató a tiros a nueve personas, entre ellas a su hermana, Megan, de 22, e hirió a otras 27 en un bar del Estado de Ohio. Finalmente, fue abatido por la policía a menos de dos minutos de abrir fuego contra la multitud.

Según la reconstrucción hecha por la Policía, cerca de la 1 de la madrugada (las 2 en la Argentina), una persona comenzó a disparar con un rifle en las inmediaciones del bar Ned Peppers, en la ciudad de Dayton, en Ohio.

En una conferencia de prensa, el asistente del jefe de policía, Matt Carper, dijo que varios agentes llegaron casi inmediatamente y mataron al atacante lo que permitió que no hubiera más víctimas mortales.