Washington, Estados Unidos

El presidente electo estadounidense, Donald Trump, intensificó sus críticas al recuento de votos en Wisconsin, a la vez que afirmó que hubo un «serio fraude» electoral en otros estados, donde «millones de personas» votaron ilegalmente.

El recuento en Wisconsin, que amenaza con reavivar el debate acerca de la legitimidad de la victoria del republicano debido a que su rival demócrata Hillary Clinton obtuvo más votos a nivel nacional, llevó a Trump y a su entorno a salir a la palestra.

En un mensaje en Twitter, Trump afirmó con enojo que no solo obtuvo la mayoría del Colegio Electoral, sino que también recibió más votos a nivel general.

«Además de una victoria aplastante en el colegio electoral, gané el voto popular si se deducen los millones de personas que votaron de manera ilegal», acusó en un tuit.

De regreso en Nueva York el domingo en la noche, después de pasar el feriado de Acción de Gracias en su resort Mar-a-Lago en Florida con su familia, Trump usó de nuevo Twitter para afirmar que un fraude electoral había ocurrido en varios estados.

«Serio fraude electoral en Virginia, New Hampshire y California – ¿por qué entonces los medios no están informado sobre esto? ¡Serio sesgo – gran problema!», escribió Trump.

Antes, también en Twitter, había citado a Clinton sobre la necesidad de respetar el proceso electoral y calificó de «triste» el recuento de votos.

Es hora de que la gente acepte el resultado del 8 de noviembre y siga adelante, dijo el sábado el republicano.

Kellyanne Conway, cercana consejera de Trump, insinuó que si el equipo de Clinton presionaba para hacer el recuento, Trump podría reconsiderar su promesa de no buscar su procesamiento por usar un servidor privado de correo cuando era secretaria de Estado.

Trump ha sido «magnánimo» hacia Clinton, y «parece que su respuesta es que su abogado se una a este ridículo recuento», dijo Conway a la cadena ABC.

Reince Priebus, designado jefe de gabinete por Trump, dijo a su vez que aunque el presidente electo no está «buscando métodos y formas para perseguir y procesar a Hillary Clinton», podría estar «abierto a escuchar» si aparecen nuevos hallazgos en su contra.

Derecho legal

El equipo de Clinton no reaccionó hasta el momento, pero el senador Bernie Sanders, rival de Hillary en la primaria del Partido Demócrata, defendió el recuento.

«El Partido Verde tiene el derecho legal de hacerlo», dijo a CNN. «Hay recuentos en prácticamente cada elección. Nadie espera (que haya) un cambio profundo».

El recuento de votos fue pedido por la candidata del Partido Verde, Jill Stein, que obtuvo una mínima parte del voto en Wisconsin.

La campaña de Clinton señaló el sábado que se uniría a este recuento, pese a que no ha encontrado irregularidades en el resultado general de la elección presidencial.

Marc Erik Elias, abogado de la excandidata demócrata, dijo el sábado n un mensaje en el sitio Medium.com que participará también en el recuento de votos en Michigan y Pensilvania, que se apresta a solicitar Stein.

La mayoría de los expertos electorales ven casi imposible que el recuento derive en una modificación en el resultado de la elección.

Trump ganó en Michigan, Pensilvania y Wisconsin por unos 100.000 votos. El escaso margen de victoria en esos estados ayudó al republicano a obtener los 270 grandes electores necesarios para ganar en el Colegio Electoral.

«Esto es un chanchullo del Partido Verde para una elección que ya ha sido saldada», dijo el sábado Trump.

Discordias

La discusión prosigue mientra surgían nuevos signos de discordia en el seno del equipo de Trump por la conformación del futuro gabinete.

El puesto del secretario de Estado parece ser la principal fuente de discordia.

Algunos de los más allegados a Trump impulsan a Mitt Romney, excandidato republicano a la presidencia en 2012, para ocupar el puesto, mientras otros favorecen al exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani.

Conway dijo la semana pasada en Twitter que recibió «un diluvio» de mensajes de personas alertando contra Romney.

Este estilo del equipo de Trump de ventilar públicamente las tensiones internas, es algo que los analistas consideran muy inusual en la política estadounidense.

Consultada sobre el tema, Conway dijo este domingo a NBC que no estaba «haciendo campaña» contra Romney y que solo estaba «atónita por el impresionante volumen e intensidad del rechazo» a una nominación de Romney.

Explicó que mucha gente se sentía «traicionada» de que se designe a Romney al puesto más importante del gabinete, luego de que durante la campaña cuestionó duramente, en nombre del establishment republicano, a Trump.