El expresidente Donald Trump redobla la apuesta contra la administración Joe Biden y tras el hallazgo de documentación ultrasecreta en el allanamiento realizado en su mansión de Palm Beach, en Florida, declaró: “No solo no me opondré a la publicación de los fundamentos relacionados con esa innecesaria redada antiestadounidense en mi casa de Mar-a-Lago sino que animo a su publicación, a pesar de que han sido redactados por demócratas radicales de izquierda y posibles opositores futuros, que tienen un interés creado en atacarme como lo han hecho en los últimos 6 años”, publicó en su propia red Truth Social, lanzada en febrero pasado tras haber sido cancelado en todas las plataformas existentes hasta entonces.

El secretario de Justicia, Merrick Garland, confirmó el jueves que personalmente había aprobado el allanamiento que hizo el FBI en la residencia, sin explicar las razones para tan extrema medida contra un exmandatario. Se limitó a decir que hay una “causa probable”. Es decir, fueron a la pesca.

El enfrentamiento de Trump contra lo que llamó “Estado Profundo” -los organismos de inteligencia y espionaje tanto interno como exterior- viene de antes de su llegada a la presidencia en enero de 2017. Luego de la incursión de agentes del FBI se reveló el hallazgo de 11 archivos con documentos clasificados. Para el Departamento de Justicia, Trump habría incurrido en tres delitos federales: violación a la ley de Espionaje, obstrucción a la justicia y delitos penales en el manejo de registros gubernamentales.

Trump no negó el hecho. Fue incluso más lejos y en un comunicado dijo que “el presidente Barack Hussein Obama guardó 33 millones de páginas de documentos, muchos de ellos clasificados. ¿Cuántos de ellos pertenecían a la energía nuclear? ¡Se dice que muchos!».

El caso amenaza con escalar y desde el Congreso la representante republicana por Nueva York Elise Stefanik cuestionó “el uso de armas del Departamento de Justicia y el FBI por parte de su administración contra el oponente político de Joe Biden en 2024” habida cuenta de que “faltan menos de 100 días para las críticas elecciones intermedias”.