El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli brindó un duro mensaje durante la homilía del Tedeum por el 209 Aniversario de la Revolución de Mayo, donde pidió “ir hacia un gran pacto nacional, con mirada amplia y generosa, dejando de lado mezquinos intereses sectoriales, con una propuesta superadora de todo partidismo y fracción con la conciencia de que la unidad prevalece sobre el conflicto, y que la realidad es más importante que la idea”.

Poli llamó a este acuerdo “un gran pacto de honor jerarquizando la política con justicia paz y trabajo”, que busque el encuentro y “como hermanos en la tarea de reconstruir la nación”, para que “la esperanza sea objetiva”.

Pidió a los principales referentes políticos que formen parte de este gran pacto nacional promuevan “la cultura del encuentro, con inteligencia, creatividad e imaginación”, que “acentúe la coincidencia por encima de la diferencia”.

En su homilía, Poli recordó que “el poder sólo tiene sentido si está al servicio del bien común”, y que “el verdadero poder es el servicio a los demás”, porque de lo contrario genera “opresión, marginación e, incluso, destrucción”, de cara a las elecciones que tendrán lugar en octubre.

“Estamos a poco tiempo de elegir en las urnas”, admitió Poli, que se refirió en este marco al “impacto mediático”, que “logra instalar confusiones y desaliento, mientras el ciudadano de a pie no resigna su derecho”.

“Cada cita electoral es una oportunidad para volver a las fuentes y a los puntos de referencia que incitan a la justicia y el derecho, y estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz, que respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son deberes recíprocos”, dijo.

El cardenal Poli también había mencionado que muchas veces se ponía “en sordina” a los próceres, como si esa grandeza sólo estuviese ligada a “particularidades del pasado” y a libros de historia, pero señaló que son ellos los que con sus acciones “nos inspiran” y también “nos interpelan”, y “nos ayudan a tomar conciencia” en el tradicional Tedeum por el 25 de mayo que se celebró en la catedral metropolitana, con la presencia del presidente Mauricio Macri y funcionarios nacionales.

Luego de escuchar la homilía, y en el último tramo de la ceremonia, el Presidente Macri leyó una plegaria por la Patria, oración a la que se unieron líderes de diferentes cultos presentes en el país y representantes de instituciones religiosas.

La ceremonia finalizó con la entonación de las estrofas del Himno Nacional, tras lo cual el jefe del Estado se trasladó a pie al Cabildo, sobre la calle Bolívar, para la presentación de la propuesta para declarar Patrimonio de la Humanidad a las “Rutas Sanmartinianas”.

De la homilía participaron además el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, así como el jefe de gabinete, Marcos Peña.

También estuvieron presentes los ministros Oscar Aguad (Defensa), Carolina Stanley (Desarrollo Social), Alejandro Finocchiaro (Educación), Nicolás Dujovne (Hacienda), Germán Garavano (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad) y Guillermo Dietrich (Transporte), y otros funcionarios de primera línea.

Macri llegó al templo momentos antes de las 10 tras recorrer a pie, por la avenida Rivadavia, el trayecto que separa la Casa de Gobierno de la Catedral.

A su paso, recibió honores de sendas formaciones de la Fanfarria Alto Perú y del Regimiento Granaderos a Caballo General San Martín apostadas en el lugar.

Al mediodía, y luego de participar del Tedeum, el Presidente recibe en la residencia de Olivos a miembros de su gabinete y distintos invitados para participar de un locro, con motivo de la celebración de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.