Las organizaciones sociales, la militancia y la solidaridad de los vecinos se erigieron como barrera frente al avance de la pobreza en la Ciudad de Buenos Aires, a partir de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus.

En mayo, se constituyó el Comité Solidario de Emergencia Sanitaria, Social y Económica de la Comuna 5 (Almagro y Boedo), integrado por comuneres, vecinos e instituciones barriales. A partir de ese momento, “se comenzaron a organizar las tareas solidarias que ya se estaban realizando, a partir de las crecientes demandas de muchas familias y personas en situación de calle que quedaban cada día en mayor desamparo”, cuentan desde el Observatorio de Derechos Humanos Comuna 5.

“Las necesidades fueron incrementándose a medida que iban pasando los días. La falta de posibilidad de trabajar, la facilidad y aumento de los contagios y la debilidad de la asistencia, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, donde ya se venía sufriendo escasez en la atención social, escolar y sanitaria provocó que la solidaridad de vecinos y militantes territoriales se hicieran cargo de la provisión de alimentos y vestimenta de abrigo a quienes lo necesitan”, continúa el escrito divulgado en las últimas horas.

Mónica Hasenberg, fotógrafa e integrante del Observatorio, resumió a Tiempo: “Desde la militancia, se está trabajando muchísimo. Se entregan más de dos mil viandas por semana. Esto se basa en la solidaridad de la gente, pero no se puede sostener mucho más. El gobierno de la Ciudad surfea, dan algunos bolsones de comida, pero no se sostiene. Tiene que haber una política de Estado, para no depender solamente de la solidaridad de los vecinos”.

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(Foto: Gentileza Observatorio de DDHH)

“Hay que hacer un llamado al Estado para que se haga cargo de esta situación. La cantidad de gente que ha quedado en la calle es impresionante”, destacó Hasenberg.

El Observatorio de DDHH de la Comuna 5 “aplaude la generosidad de quienes donan alimentos, vestimentas, frazadas, la gran cantidad de personas que cocinan y reparten las viandas”.

En el mismo sentido, agradece “al Museo Malvinas, que les ha entregado 200 máscaras protectoras para resguardar a quienes se están ocupando de todas estas tareas y evitar los posibles contagios”.

Marcelo D’Ambrosio, integrante del Observatorio DDHH Comuna 7, militante de Peronismo por la Ciudad y referente de la agrupación Flores Solidario, apuntó: “Trabajamos mucho en el Bajo Flores, que es uno de los puntos más álgidos, donde la aglomeración y la cantidad de contagios es tremenda”

“No hay urbanización, hay hacinamiento. Solo con la urbanización, muchas de las condiciones serían distintas y la vida de muchas familias sería distinta. Hay falta el agua, de luz, cloacas que se tapan. Hay una gran inversión y puesta en escena, pero muy poco en función de lo que no se quiere mostrar. Mientras hay sectores que crecen y se embellecen, hay barrios donde la pobreza crece cada vez más. La situación es compleja, triste y dolorosa”, aseguró D’Ambrosio.

Para el dirigente, “con un gobierno que cuenta con un presupuesto rico, no tiene razón de ser que se sufran las cuestiones más básicas”. En ese sentido, recordó lo ocurrido “con el dengue, donde fue la desidia absoluta; no se fumigó ni se hicieron los trabajos que debían hacerse, por lo que hubo muchísima cantidad de casos”.

D’Ambrosio remarcó que “no solo esto ocurre en el Bajo Flores porque también se hacen ollas populares en el centro de Flores, los miércoles y viernes, al costado de la estación. Cada vez va más gente y no se da abasto”. En el mismo sentido, planteó la necesidad contar con conectividad de calidad. «Encerrados en las casas, sin internet y sin telefonía, se complica mucho para cualquier cosa», manifestó.

“No hay un programa para contener a los que van cayendo en la extrema pobreza y no solo hablo de los barrios populares. Si la Ciudad ayudara, sería mucho más fácil. El gobierno no entiende lo que es el concepto de Estado presente. Las organizaciones son las únicas que contienen esta situación, con la ayuda del Estado nacional, que tampoco alcanza, pero menos mal que está eso”, concluyó.