Alguna vez Ricardo Piglia dijo en una entrevista: “En más de un sentido, el crítico es el investigador y el escritor es el criminal. Se podría pensar que la novela policial es la gran forma ficcional de la crítica literaria.”

Quizá la frase sirva para explicar por qué tantos escritores, desde 2011, se fascinan con el Festival de Novela Negra, BAN. Algunos asisten a él como invitados y otros son los organizadores. Todos están empeñados en demostrar la relación que existe la literatura y la criminalidad, relación que Piglia anticipó con lucidez mucho antes de que el festival fuera una realidad.

El festival no se realizó en el año 2017 porque el entonces ministro de Cultura de la Ciudad, Ángel Mahler, lo consideró “poco rentable” y decidió ponerle punto final. Este fue uno de los tantos actos irreflexivos del gobierno macrista que mide todo con la vara del dinero. Afortunadamente, luego de un año, el festival volvió a realizarse con el mismo éxito que Mahler no tomó en cuenta, ya que nunca comprendió su alcance.

El objetivo del BAN, según consta en su página oficial, es “estimular la producción literaria de calidad, aportar a una dinamización de la industria editorial, favorecer el comercio de las librerías y sumar personas a una actividad fundamental: leer. Porque la lectura, mientras entretiene, amplía los horizontes, ejercita la imaginación, ayuda a comprender la condición humana y enseña a trascender las apariencias que se constituyen mediante los discursos no literarios.”

También en esta edición 2019 los escritores (¿o debería decirse “criminales literarios”) se congregarán en Festival de Novela Policial de Buenos Aires BAN (sigla de Buenos Aires Negra) que se realizará entre el 5 y el 8 de noviembre en el Centro Cultural Recoleta con entrada gratuita.

La gran novedad de esta edición es que en ella se rendirá homenaje al gran Roberto Fontanarrosa, un verdadero ícono cultural de la Argentina que recibe homenajes en los ámbitos más heterogéneos. Por ejemplo, una publicación virtual del CONICET fechada el 26 de septiembre de este año, informa que una nueva rana del género Scinax fue descrpita por investigadores de esa institución y que los biólogos que la describieron decidieron bautizarla con el nombre Scinax  fontanarrosai en homenaje al creador de Inodoro Pereyra. Su humor, además, fue el tema de una tesis doctoral presentada en la Universidad Complutense de Madrid. No se ha adelantado hasta el momento de qué modo se le rendirá homenaje en el BAN, pero la información seguramente estará disponible en los próximos días. En la página oficial se anuncia que en los intermedios entre las diversas charlas Inodoro Pereyra y Boogie el aceitoso se encargarán de poner orden y la figura de Fontanarrosa se recorta sobre un fondo negro. Está acompañado por el Mendieta que, perplejo por el homenaje que le rendirán a su creador, dice: “qué lo parió”.

Por la edición 2019 del festival pasarán más de cuarenta invitados argentinos y extranjeros. Entre ellos habrá, además de escritores, periodistas, editores, guionistas, abogados, historiadores, sociólogos, médicos forenses, policías y ex criminales. Quizá en esta mezcla heterogénea y poco dogmática resida el éxito de BAN. En la edición de 2015, por ejemplo, participaron dos ex convictos, «La garza» Sosa y el español Daniel Rojo. También el tanatólogo Ricardo Péculo, quien se jacta de ser un innovador en el campo de la tanatología al introducir el catering en los velorios y el aplauso en el último adiós. Este año Ernesto Mallo dialogará con Luis “El Gordo” Valor y Elsa Osorio se referirá a la violencia de género.

Entre los múltiples escritores, periodistas y editores que participarán figuran, entre otros: Daniel Divinsky, Horacio Convertini, Osvaldo Aguirre, Liliana Escliar, Juan Sasturain, Enzo Maqueira, Miriam Molero, Lucrecia Mirad, Damián Blas Vives, Elsa Osorio, Ricardo Ragendorfer, Nicolás Ferraro, Reynaldo Sietecase, Ricardo Ragendorefer, Pablo Kablan, Nicolás Correa y Luisa Valenzuela.

Participarán también artistas de diversas disciplinas, especialistas en temas educativos, legales y jurídicos y los españoles Eduardo Fernán-López Malatesta, historiador; la subjefa de los Mossos d’Esquadra Cristina Manresa, habitual participante del festival, y el periodista Vicente Romero Rodríguez.

El creador y organizador de este encuentro anual es el escritor, dramaturgo y periodista argentino Ernesto Mallo (La Plata, 1948), creador de la saga policial que protagoniza el comisario Perro Lascano. Según una entrevista aparecida en La voz de Galicia, Mallo ha tenido distintas ocupaciones, tanto legales como ilegales. Fue taxista, artesano hippie, vendedor y contrabandista de cigarrillos. “Esa curiosa formación –dijo el autor en el medio mencionado- me ha habilitado para tener hoy el mejor trabajo del mundo, escritor. Juntarme con gente inconveniente me ha servido para tener una visión del mundo, de la sociedad y de la gente muy cercana a la realidad, soy de aquellos con los que las madres decían que no había que juntarse porque somos malas compañías». Respecto de esta edición, Mallo le dijo a Télam: “Buenos Aires Negra es la fiesta porteña de la literatura de género y tiene un estilo irreverente que se toma en serio el humor. Un prisma de nuestra sociedad que revela cómo es que llegamos a ser lo que somos. Un evento que interroga a la sociedad y se interroga a sí mismo. La programación no tiene todas las respuestas, pero tiene todas las preguntas”.

Desde un principio BAN se sumó a los eventos del circuito de novela policial en el mundo, como la Semana Negra de Gijón, Barcelona Negra y Getafe Negro, en España, Mord & Hellweg en Alemania, Polars du Sud en Francia y Theakstons Old Peculier Crime Writing del Reino Unido.

Un evento al que no se puede dejar de existir teniendo la advertencia que se lee en la página oficial: “Es posible que a usted no le interese el crimen. Pero al crimen le interesa usted.”