Este viernes culmina otra edición del Festival Internacional de Novela Negra, BAN, donde este año estuvieron más de cuarenta invitados argentinos y extranjeros.

Organizado por el escritor Ernesto Mallo, su característica distintiva es que relaciona sin prejuicios la literatura policial con todas las áreas no literarias que tienen que ver con el género. Es así que no sólo participan escritores, sino también forenses, tanatólogos, sociólogos, policías y también delincuentes retirados.

El humor fue un eje temático en todas las exposiciones, razón por la cual se homenajeó a Roberto Fontanarrosa que abordó el policial como parodia. Hubo una mesa donde se habló de él, El Negro vivo y performances de Roberto Ponce y Hernán Vázquez que caracterizaron a Inodoro Pereyra y a Boogie el aceitoso.

El festival amplía el concepto de criminalidad incluyendo a un tipo de asesinos que no suelen considerarse dentro del género policial. Un buen ejemplo de esto fue la conferencia que el periodista español Vicente Romero Rodríguez ofreció como cierre de la tercera jornada: Dictadores y esbirros de los cinco continentes. Romero Rodríguez es autor de los libros El alma de los verdugos y Las tinieblas del poder. Corresponsal de guerra desde los veinte años, contó su experiencia en la entrevista a torturadores y víctimas, a dictadores de la Argentina, de Chile, de Camboya, Burundi, Ruanda y Guantánamo. “El crimen es universal –afirmó- y está en gran medida al servicio del sistema económico universal.”

Uno de los platos fuertes de la jornada del 7 de noviembre, fue la entrevista que Mallo le realizó al Gordo Valor que, menos gordo, con 66 años de vida y más de 30 años de cárcel, habló de los proyectos que tiene junto a su mujer y su disposición a encontrar la felicidad junto a su familia. El hombre que asaltó a punta de fusil 24 bancos y 19 camiones blindados y que fue liberado en 2018 dijo sentirse muy honrado por la “gente de la cultura muy importante” que participa del Festival y por la enorme cantidad de público que fue a escucharlo. Se refirió también a las dificultades que se enfrentan al salir de la calle, fundamentalmente la relación con la familia y la reinserción social. Al salir de la cárcel, dijo contestando a una pregunta de Mallo, “primero me encontré con ella (se refirió a su mujer, Nancy, que estaba sentada a su lado) y luego compartí la comida con el resto de la familia. Verlos a todos juntos era una cosa que hacía mucho tiempo que no hacía”. También se refirió a su militancia política en los años 70. «El grupo en el que estaba –dijo- pasó a la clandestinidad antes de que muriera Perón, nos mataron compañeros, uno se tenía que esconder; ahí aprendí a manejar armas».

En el último día de su séptima edición, el festival comenzará a las 16 con una charla de dos psiquiatras forenses, Daniel Silva y Raúl Torre sobre las causas y consecuencias de la locura criminal.

A las 18 será el turno del escritor y periodista Reynaldo Sietecase que se referirá a Crímenes reales que alimentan la ficción: Rodolfo Walsh, Truman Capote, Gabriel García Márquez y otros escritores de tintero sangriento.

Media hora después, Eduardo López Malatesta hablará sobre Asesinos seriales de España. Cuando la ciudad es una trampa.

A las 19.30 Nahuel Galotta disertará sobre Ocasionales, cachivaches y bandidas. Mujeres criminales y pasará revista a las que matan a sus abusadores, las que roban por necesidad y las que roban y extorsionan como una forma de vida.

La escritora Gabriela Massuh hablará a las 20 sobre La novela política como novela criminal. Se referirá a “los personajes y sus conflictos con el poder como base argumental de una realidad política que tiende a la concentración del poder, la exclusión y la inequidad”.

Cerrará el festival Ernesto Mallo a las 21.15, abordando el tema Los argentinos y el crimen.