En la Argentina hace calor. Todos buscan una pileta. Están los afortunados que cuentan con una propia y los que «garronean» una invitación a parientes, amigos o conocidos. También hay quienes le huirán al verano y dedicarán su vida a la nieve y al frío, como lo seis argentinos de la delegación que se presentará en los Juegos Olímpicos de Invierno que se disputarán en Pyeongchang, Corea del Sur, entre el 9 y el 25 de febrero.

Será el equipo más pequeño de los últimos 20 años, aunque nunca pasó más de la veintena de atletas y jamás se subió a un podio. Pese a que el territorio nacional es propicio para esas actividades, aún no se logró imponer ni empujar a más jóvenes hacia los deportes invernales. María Cecilia Domínguez, los hermanos Nicol y Sebastiano Gastaldi, Steven Williams, Verónica Ravenna y Matías Zuloaga apuestan al frío. ¿Cómo hacen para desarrollar su talento y cumplir sus metas en un país al que le falta infraestructura?

María Cecilia Domínguez tiene 31 años, es de Bariloche y recién a los 20 aprendió a esquiar. «Era corredora de atletismo –dice– y competía para la municipalidad cuando me ofrecieron entrar al equipo militar de esquí. Ellos buscan buenos deportistas y les enseñan a esquiar». Hasta hace tres años, Domínguez fue soldado y le tramitaron la posibilidad de ser soldado de reserva para continuar recibiendo apoyo. No tuvo beca y el Enard la apoya ocasionalmente. El ejército le brinda las instalaciones y municiones para practicar su prueba, el biathlón (esquí y tiro) y en sus ratos libres disfruta de su hija de 13 años. «Cuando termino de entrenar me pongo a hacer planos y proyectos de construcción, que es lo que hago», explica.

Nicol y Sebastiano Gastaldi nacieron en Italia, pero de chicos, su padre, instructor de esquí, los trajo a la Argentina. «Recibimos un poco de ayuda de todos lados, Enard, COA, FASA y hasta de nuestros padres. En el último tiempo me puse a estudiar coaching ontológico, que lo puse en práctica conmigo misma y me ayudo muchísimo a alcanzar algunas metas». A los 28 años cuenta su experiencia de practicar este deporte en el país: «La temporada acá es más corta que en Europa, donde están las grandes competencias. Pasamos casi todo el año fuera del país». Su hermano también tiene experiencia: estuvo en Sochi 2014 y es el actual campeón sudamericano de esquí alpino. Y Matías Zuloaga también participará con sus esquís en Corea.

Nicol, campeona sudamericana de slalom, tiene la esperanza de que los deportes de nieve sean populares: «Aún no somos top 3, creo que el día que alguno dé el golpe se nos va a conocer y los más chicos tendrán motivaciones para arrancar. Lamentablemente, es un deporte muy caro».

Un par de esquís profesionales está alrededor de $ 20 mil y una tabla de snowboard, en $ 14 mil. Lo mismo opina Titu Williams, oriundo de San Martín de los Andes, que participará en snowboard cross, al que sólo ingresan 40: «No llega a ser popular por los valores y la distancia con las grandes ciudades. El esfuerzo que hacemos se valora, pero hace falta una política de Estado y resultados. Es más barato hacer canchas de fútbol. Pero llegar a Corea puede hacer que la gente se dé cuenta de que es muy divertido».

Verónica Ravenna no necesita de esquís sino de un trineo. Será la única argentina que participará en deportes de hielo en una especialidad como el luge, que alcanza 140 kilómetros por hora en el tobogán: «Por el trabajo de mi papá nos vinimos a Vancouver, Canadá, cuando tenía cinco años. En una salida con el colegio nos llevaron a conocer las instalaciones de los JJ OO que se hicieron en Whistler en 2010 y nos dejaron probar el tobogán. Ahí me enamoré».

Desde Altemberg, Alemania, Verónica le contó a Tiempo que recibe una beca del Enard tras un 7° puesto en los Juegos de la Juventud de Lillehammer 2016, el apoyo de la Federación de Bobsleigh, Skeleton y Luge y también una beca de Solidaridad Olímpica del COA para llegar a Pyeongchang. Compitió para Canadá en 2013, fue campeona provincial, pero una lesión la dejó fuera del equipo. En la Argentina son sólo tres deportistas que practican luge. No hay pista ni tobogán.

Tampoco hay premios Olimpia para estos deportistas. Y sólo tres de las 15 disciplinas olímpicas podrían disputarse en suelo nacional. Pero siguen adelante, y hacia el frío van.