Desde fines de abril que el conflicto no cesa. Los trabajadores de la fábrica de pinturas Alba enfrentan a la patronal que forma parte del grupo mundial Akzonobel y que decidió despedir el 29 de abril a 30 operarios que trabajan una de las compañías líderes del sector. Con paros, bloqueos en la puerta de la planta, un acto con más de 300 personas, audiencias en el Congreso Nacional y movilizaciones, el conflicto no cede por la predisposición de los despedidos a defender sus puestos de trabajo así como por la actitud de los delegados de la planta que han decidido defender a los compañeros hasta las últimas consecuencias.

Es que, según opinan los trabajadores, la empresa no puede justificar el ajuste a partir de una caída de la producción y que, en realidad, existe la voluntad de la compañía de avanzar en la flexibilidad laboral y el ataque al convenio que rige la actividad.

En un comunicado desde el acampe, los despedidos denuncian que “la empresa ha obtenido ganancias fabulosas en los últimos ejercicios. Es claro entonces que los despidos forman parte de un plan de ajuste que ya comenzó e incluye desconocimiento del Convenio Colectivo, tercerizaciones, flexibilidad laboral, aumento infernal de ritmos de trabajo. Es la aplicación de hecho de la reforma laboral por medios que rayan con lo ilegal”.

Sergio Aguirre, delegado de la comisión interna, desde el acampe, y en diálogo con Tiempo Argentino explicó que “en el día de hoy, sobre las 15 horas decidimos culminar un acampe que comenzó el lunes a las 5 de la mañana”. Para Aguirre la medida “es consecuencia de la intransigencia de la empresa ante la resolución de los despidos de 30 compañeros el día 29 de abril. Exigimos la reincorporación inmediata y la no imposición de la reforma laboral de hecho que ellos pretenden y que ya están aplicando”.

Por otro lado, el delegado de base denunció que “el sindicato sigue en su postura de inacción. A casi dos meses, está a la espera de una audiencia en la Secretaria de Trabajo que, sin embargo, no se pronunció”. En referencia a la Unión Personal de Fábricas de Pintura y Afines (UPFPARA) a cargo de Pedro Zambeletti. 

Sin embargo, Aguirre, aseguró que “estamos convencidos de que hay que endurecer la lucha con el fin de que las partes se comprometan a atender nuestros reclamos.”.