El miércoles por la mañana, unas 600 personas de distintas organizaciones permanecían en carpas y gazebos en la puerta del Consejo Nacional de Mujeres (CNM), en Entre Ríos 181, para reclamar al Estado una política pública activa, centrada en el pedido de un mayor presupuesto de género para abordar de modo integral el conflicto y frenar la violencia machista a mujeres. Las organizaciones están integradas en un 80% por mujeres, lesbianas, trans, y son quienes gestionan un trabajo a “pulmón” en diferentes puntos de la Ciudad y del Conurbano, realizando acciones de formación. Ellas son quienes comunican desde fines de 2016 y conversan en el CNM para abordar la problemática de modo integral porque “no pueden solas y se recrudece cada vez más”. 

Lo que disparó el acampe pacífico es la nueva cifra de femicidios, una muerte cada 18 horas, y la cifra in crescendo del último mes, unas 28 mujeres asesinadas. Sin duda, la historia de Araceli Fulles, la implicancia policial, la poca visibilidad por parte de los medios de comunicación por su búsqueda, los dichos misóginos y violentos dados en los multimedios (ver aparte: Escrache a Baby Etchecopar) y la inacción pública impulsó la campaña que, de hecho, hoy toma nombre y anclaje territorial, pero que ya se da en microactos desde las organizaciones. 

En una primera instancia, la presidenta del CNM bajó del noveno piso al acampe pacífico con custodia policial. Pasado el mediodía del miércoles las integrantes de la campaña fueron atendidas en su oficina por la presidenta junto a la directora nacional de Protección Integral y Articulación de Acciones directas, Nicole Neiman, a quienes les presentaron un petitorio urgente para atender cuestiones tales como la Ley de emergencia en violencia de género, duplicación de centros integrales, patrocinio legal y atención psicológica y de salud por parte del Estado. 

Además, el petitorio de 17 puntos, entre otros reclamos, solicita capacitación en perspectiva de género a los agentes del Poder Judicial con el fin de unificar causas y denuncias realizadas a los varones violentos. El acampe es parte de la primera acción de la Campaña Nacional Contra la Violencia a las Mujeres y está integrado por organizaciones populares, feministas, colectivos LGTTBI, estudiantes, trabajadoras y precarizadas, que según explican «venimos dando la batalla contra el machismo en cada espacio que construimos, fomentando la organización, fortaleciéndonos y creando nuestras propias herramientas para enfrentar la violencia cotidiana.» 

Según una vocera de prensa que trabaja en el Galpón Cultural de Claypole, Tuñez “no dio respuesta a ninguno de los puntos y dice no tener potestad ni presupuesto”. Ante esto, las organizadoras pidieron garantizar una reunión interministerial ya que el organismo depende del Ministerio de Desarrollo, a cargo de Carolina Stanley. Según la fuente, la directora del CNM de larga trayectoria y experiencia en el tema discontinuó la negociación. “No hay otra forma de pensar a esto más que como una vidriera”, dice la vocera frente a las puertas del CNM. “La Ley de emergencia en violencia de género daría respuestas inmediatas y concretas”, explica y agrega: “Es necesario implementar la Ley 26.485, una ley sin reglamentación. En el Conurbano rige la ley de familia ante estos casos, es un despropósito”. 

En un comunicado oficial difundido alrededor de las 17 del jueves, el Consejo Nacional de las Mujeres informó que  »el día 4 de mayo a las 14:30 hs la Presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, acompañada por el Subsecretario de Abordaje Territorial del Ministerio de Desarrollo Social, recibió nuevamente a 14 representantes de la Campaña con quienes se llegó a cinco puntos de acuerdo, lo que motivo el levantamiento del acampe.» 

Según informa una de las integrantes de la campaña, se concertó una nueva reunión por los dichos misóginos al aire del periodista Baby Etchecopar, y se confirmó que el CNM está tramitando una la línea de financiamiento para mujeres en situación de violencia. Por otra parte, se advirtió sobre la apertura de proyectos para la prevención en barrios y espacios donde funcionan comisiones de género, como lo son las escuelas populares de género para poder seguir concientizando. El últimoa cuerdo tuvo que ver con una reunión con el área de Salud para conversar y elaborar porpuestas de prevención con promotoras en los barrios.

El CNM explicó a través de su respuesta oficial que según la ley diseña pero no ejecuta la política pública, «creado a partir del decreto 1426/92. En conformidad con el artículo 8 de la Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales (Ley 26.485) es el organismo competente, encargado del diseño de las políticas públicas para efectivizar las disposiciones de la mencionada ley.» Así, el CNM tiene un rol asociado a la generación, diseño y promoción de políticas públicas, pero no – en virtud de la normativa vigente- de ejecución de las mencionadas políticas.

Durante toda la jornada del jueves fue posible participar de una radio abierta, talleres para pensar y detectar tipos de violencia, escuchar casos testigos y ser parte de una noche cultural de aquelarre artístico. 

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