Prende un cigarrillo, da una primera calada, mansa y profunda mirando el celular con gesto adusto mientras revuelve suavemente el jugo en el vaso que está ubicado frente a ella. Julieta Zylberberg espera el encuentro sentada en el fondo de un local (de esos que no se deciden entre ser almacén o bar) a la vuelta de su casa, en el barrio de Colegiales. Pedirá algo para almorzar mientras charla, luego de saludar con una sonrisa y dar un sorbo del exprimido de naranja. Estará en la entrevista (una de las tantas que dio por estos días) en una actitud de relajación y luego posará para el fotógrafo con delicada sensualidad y se irá caminando lentamente, como si fuera la protagonista del videoclip de «Lingering Still», la canción de She & Him, o de «Taste the Ceiling» de Wilco. Todo lo que hace parece ser natural en ella como cuando está en acción en su trabajo.

De lunes a jueves a las 21, por Telefe, ella es Nati, la esposa de Pablo, encarnado por Juan Minujín en Loco por vos. La serie es la versión local de la clásica de los ’90 Mad About You, que tuvo a Helen Hunt y Paul Reiser en los roles principales y se emitió entre 1992 y 1999 por la cadena estadounidense NBC. “No la vi. Está bueno no influenciarse ni cagarla por querer diferenciarse. Creamos una química propia, con nuestra idiosincracia”, dice Julieta.

“El trabajo con Juan fue muy fácil, nos entendimos al toque, armamos un código muy rápidamente”, afirma y agrega que con Minujín solo se habían cruzado en El marginal, cuando todavía no sabían que iban a encabezar la tira.

«Lo bueno de ser protagonista es que, si te gusta el proyecto y estás el 99% de las escenas, tenés la capacidad de acción de llevar el relato adelante, que obviamente es muy placentero. Es lindo que dependa de uno el destino de las cosas, esa es una libertad que hay que defender por arriba del negocio. Es lindo que algo que te gusta, te motive a despertar la imaginación y hacer distintos aportes. Cae mucho la responsabilidad sobre uno, lo que es agotador y buenísimo a la vez».

Zylberberg cree que el tema de pareja es algo ultrauniversal, muy rico para explorar y que genera mucha empatía con el público ya que es muy cercano a cualquiera. “Transitamos por un registro de humor que me hizo sentir cómoda, lejos de lo ultrahistriónico, nos movimos en un matiz bien naturalista”, dice la actriz que ademas es mamá de Luis de cuatro años.

“Es re difícil congeniar el trabajo con el rol de madre. Hablo mucho con él y él se adaptó. Lo extraño mucho cuando trabajo aunque yo disfruto también de trabajar. Me gusta lo que hago pero también estar con él, entonces trato de conservar los espacios», dice y agrega: «Es lo que le tocó: padres actores». Y recuerda cuando nació su hijo Luis. «Tanto Esteban como yo estábamos en un momento de mucho florecimiento profesional y estuvo bueno hacer las dos cosas”. Esteban es Lamothe, su pareja. “Obvio que desde que tengo un hijo cambió. Antes era como que decía ‘meto todo lo que puedo’, y hacía una obra, una peli, me iba de viaje un mes. Ahora no me da. Lo pienso dos veces, tiene que estar muy bueno”. Cuenta también que intenta tener presencia en la vida de su hijo y que por eso lo anotó en el turno tarde, así puede compartir con él la noche.

Ante la pregunta obvia, «¿le gusta la actuación?», la respuesta: “No le veo interés por ser actor, ni en pedo. Es muy gracioso, pero es muy tímido. Además, si vos le decís ‘hacé una gracia’, no la hace, la hace cuando quiere, es muy libre. Me lo imagino más ingeniero, como que está en otra. Quiere saber el origen de las cosas, cómo se fabrican… Tiene un flash por otro lado. Pero, bueno, es chico y puede cambiar. Y no le importa nada nuestro trabajo. Me dice ‘sacame Loco por vos, quiero los dibujitos’”.

El estilo de Zylberberg

Orgánico, así le gusta. El mejor halago es cuando le dicen: “Ay, sos re vos”. Ella busca algo que sea natural, que sea verdadero. Siempre estar en conexión con el compañero, en función del otro. “Me parece muy importante ver cuál es la situación de cada escena y priorizar el relato de lo que sucede, después le podés sumar cosas”. En eso se concentra.

De acuerdo con el momento, cambia su mirada acerca del rol del actor. Por un lado, le parece importante pero por otro, no tanto. «Es valorable ser parte de algo como el entretenimiento o invitar a la reflexión, o generar emociones. Es necesario y agradable, pero no me parece fundamental. Admiro mucho más a los médicos que a los actores», dice.

Desde los 8 años el teatro es un tema en su vida. En su primer trabajo, Magazine for fai, ya se destacó. “Nunca pensé en dejar el colegio, igual me asesinaban si iba con eso. Hice todo el secundario en el Pellegrini, me parecía muy importante terminar. Pero siempre hice cosas más compatibles con mi vida de adolescente. Iba de campamento, salía todo los fines de semana, me la pasaba con mis amigas pelotudeando. No era algo menor estar en eso, era lo central y actuar era algo que iba haciéndolo pero sin dejar ese otro círculo; ser actriz era algo anecdótico. Y valoro un montón haber hecho así el colegio, sobre todo por las amistades”, cuenta. Tenía claro que iba a ser actriz, aunque hizo el CBC (Ciclo Básico Común) de Psicología y medio año de carrera, pero ganó la vocación. “Yo tengo un vínculo muy sano con mi trabajo. Me gusta, está buenísimo poder hacerlo y busco proyectos que me motiven. Si digo ni a palos, esto no da, en general después corroboro que estuve bien. Después te pasa que tenés que elegir entre dos cosas que están buenas, y bueno, es así la vida. Hay un poco de fortuna”.

No piensa en el futuro. Trata de elegir cosas que considera que están bien en ese momento. “Sí tengo una conciencia del recorrido, pero más en presente que futuro. Si hice esto antes, esto ahora no va o va ir para atrás. Tengo objetivos pero cortos. Me manejo por ganas o por lo que me motiva en el momento.”

En tiempos donde muchos actores defienden su opiniones más allá de los escenarios, ella prefiere un perfil bajo. “Me parece genial que se pronuncie quien quiera sobre lo que quiera. Siento que no es mi rol opinar y prefiero no hacerlo. Apoyo públicamente leyes o movidas que me parecen que van, como Ni Una Menos, pero hay cosas que no siento la necesidad de hacerlas; prefiero conversarlas con mis amigos. Entiendo porque sé que los actores son elementos de comunicación social. Pero a mí no me interesa.”

Julieta prefiere que su trabajo hable por ella. Le gustaría hacer algo de teatro, pero según dice ahora es difícil. “Empecé a ensayar una obra antes de arrancar Loco por vos con una amiga y un director espectacular. Era todo muy ideal, pero cuando arranqué a grabar les dije que no podía. No entra la vida”, recuerda mientras enciende otro cigarrillo. Comenta que le gustaría dejar, porque le permitiría correr más, que es su manera que tiene hoy de cuidar su cuerpo. “Luego de los 30, hay que hacer algo”, dice con humor. Pero además hay una negociación con el pequeño Luis, y es que él dormiría en su cama si mamá deja el humo. En enero empieza a filmar la segunda temporada de Loco por vos, quizá antes se llegue a cerrar este acuerdo. «

En contra de todos los rumores

Hace unas semanas, el nombre de Zylberberg estuvo sonando en varios programas de chimentos. Hubo rumores de crisis y de infidelidad con su pareja que surgieron cuando Griselda Siciliani (compañera de elenco de Esteban Lamothe) se separó de Adrián Suar.

«No somos de hacer declaraciones y de golpe tuvimos que aclarar algo en lo que nosotros no teníamos nada que ver. Es parte  del juego, supongo. Un juego que siempre vimos de afuera», aclara la actriz. «Por suerte somos los dos actores, de antes de conocernos, y entendemos el trabajo del otro. Eso está buenísimo; compartimos lo justo para que no sea un plomo, pero sabemos de qué se trata. La exposición es inherente a la profesión. Son reglas del juego. Igual recién ahora nos pasa que hablan de nosotros. Hace diez años que estamos juntos y recién ahora nos agarra. Es por estar en el primetime supongo. Salvo algunas situaciones como ahora, en general nos tiran buena onda; sobre todo el público que nos tira la mejor. Me quedo con eso.»

El próximo proyecto de Julieta

Hasta diciembre Julieta estará  grabando El jardín de bronce, una serie de HBO, protagonizada de Joaquín Furriel. “Es un policial, algo muy distinto de lo que venía haciendo, por el tono del personaje y porque el proyecto fue como un rodaje de película muy larga. Estoy chocha”, afirma la actriz. Esta nueva ficción está basada en la novela homónima del escritor argentino Gustavo Malajovich –que también trabajó de guionista en la película Muerte en Buenos Aires y en la serie Los Simuladores– y tendrá ocho capítulos de una hora. En el elenco también están Norma Aleandro, Luis Luque, Gerardo Romano y Alan Sabbagh.

La serie es un thriller que sigue la lucha desesperada del arquitecto Fabián Danubio por recuperar a su hija de 4 años, que se pierde en el subte con su niñera cuando iba camino a un cumpleaños. El padre inicia una búsqueda que durará años, en una Buenos Aires plagada de policías y funcionarios inútiles y corruptos, con la ayuda de un detective privado que lo alentará a seguir su búsqueda a toda costa.