Cambiemos intenta ganar el voto jubilado y popular con una medida que pretende ser beneficiosa pero que no llega a compensar los golpes recibidos por estos sectores y que, además, esconde algunos riesgos. El gobierno relanzó la línea de créditos para jubilados denominada Programa Argenta. La novedad consiste en hacerlo extensivo a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Un informe del Centro de Economía Política (CEPA) exclusivo para Tiempo advierte que el programa no compensa la caída del poder adquisitivo de la jubilación mínima ni de los beneficiarios de la AUH, los cuales cayeron entre 8 y 7 puntos porcentuales desde la asunción de Cambiemos.

Desde 2009, los jubilados cobran dos aumentos por año, en marzo y septiembre. CEPA toma como base 100 a septiembre de 2014 y apunta que «en marzo de 2015, el poder adquisitivo arroja un índice de 106,68 y en septiembre del mismo año, de 107,10», poco más de 7 puntos de superávit con respecto a la inflación. Para marzo de 2016, el índice cayó a 102,47; para septiembre 2016, a 98,72; para marzo 2017, mostró una leve suba y quedó en 99,14. En resumen, en el balance de los últimos dos años (marzo 2015-marzo 2017), la caída del poder adquisitivo de los jubilados que cobran la mínima fue de 7,5 puntos porcentuales.

Desde la asunción de Cambiemos, la pérdida del poder adquisitivo del jubilado que cobra la mínima fue de 8 puntos. Esto representa una pérdida equivalente a $ 9293 en 18 meses o $ 6195 pesos en 12 meses. Es decir, la pérdida de ingresos durante un año es equivalente al ingreso de un mes. El informe destaca que en ese mismo período, el poder adquisitivo de la AUH perdió casi 7 puntos porcentuales.

Tasas peligrosas

En comparación con bancos estatales, privados y financieras, el beneficio de los créditos Argenta es importante: las tasas exigidas por los bancos duplican a los créditos Argenta, mientras que las financieras llegan a triplicarlas. Si se compara con la versión kirchnerista del programa, hay dos diferencias grandes y una menor. Por un lado, se incrementa el máximo de cuotas de 40 a 60 meses, pero con una cuota que llega al 30% del haber, cuando antes era del 20 por ciento. En tanto, las tasas son ahora un poco más elevadas, pero con la actual supresión de impuestos terminan por ser un poco menores.

El alerta con respecto a estas tasas fue encendido por la Universidad de Avellaneda (UNDAV), que elaboró un informe en el cual advierte que la estructura del renovado programa «enmascara una serie de riesgos», ya que «resulta oneroso el costo financiero del préstamo, que tendrá un peso económico relevante para familias con escasa capacidad de ahorro». Es decir, es muy costoso para el sector al que apunta. «La tasa de interés real que se cobrará a los beneficiarios de AUH trepa al 5,9% para la línea a un año y al 10% para la línea a dos años».
El programa original, lanzado en 2012, otorgaba una tarjeta con descuentos en compras y viajes. Durante 2016, Cambiemos anunció la reconversión y dejó de otorgar tarjetas y de promocionarlo. En el marco de la carrera electoral hacia las PASO, Cambiemos relanzó el programa. Sin embargo, solo atiende a la línea crediticia y deja de lado los beneficios y descuentos de la tarjeta, en un escenario de caída general del consumo y de pérdida del poder adquisitivo.
El informe concluye que «una política de crédito que no acompañe una política de mejora de los ingresos reales puede tener un efecto contrario al esperado: una disminución de los ingresos disponibles –y por lo tanto del consumo– por el peso de los intereses en el ingreso total». «