A pesar de que ya transcurrieron más de ocho años de gobierno PRO en la Ciudad, la transparencia es una de las deudas del macrismo. Desde el Ministerio de Modernización, a cargo de Andrés Freire, impulsan millonarias contrataciones y licitaciones que abren y cierran en 96 horas y dejan plazos mínimos para impugnarlas, algo que enturbia los procesos.

«El mayor número de ofertas permitirá que el Estado contrate en forma eficiente. La reglamentación permite que el plazo final de presentación y de cierre de la contratación sea de un día. Eso posibilita que los proveedores habituados a contratar con el Estado porteño y que saben cómo funciona el sistema estén en ventaja sobre los que recién se inician. O permite que se pueda beneficiar a ciertos proveedores en forma indebida», criticó Marcelo Giullitti, del equipo de Fortalecimiento de las Instituciones Democráticas de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).

Desde hace 146 años el 23 de agosto se festeja el aniversario de La Boca, pero Modernización publicó recién el 18 de agosto pasado un aviso para la contratación de un servicio de «producción integral de eventos para las celebraciones del Día de La Boca y Día de Barracas» por $ 950 mil. El pliego de especificaciones técnicas tiene ocho páginas y cientos de requerimientos que van desde servicio de baños químicos hasta el «Diseño gráfico y producción de materiales de comunicación para el evento». Los proveedores tuvieron 96 horas para presentar ofertas, con un fin de semana en medio para un evento que debía realizarse ayer. El Hospital Santojanni, que utiliza el mismo sistema de compras, le dio a los proveedores 12 días para cotizar una compra de 18 pinzas.

En el sitio Buenos Aires Compras aparecen decenas de listados con la misma modalidad y montos que llegan hasta los $ 3 millones, como la licitación para «Activación Río» que se publicó el 14 de julio y fue adjudicada el 19 de julio. El propósito de la acción fue promover los juegos de la Juventud que la Ciudad organizará en 2018. El Estado recibió las impugnaciones hasta «72 horas antes de la fecha establecida para la apertura de las ofertas». Con un fin de semana en el medio, la licitación brindó solamente un día para realizar las impugnaciones.

«En todos los casos, se procedió según lo establecido por la Ley 2905 de Compras y Contrataciones porteña. Siempre se cumplió con los días de antelación legalmente requeridos durante los que la licitación debe encontrarse abierta para la presentación de ofertas y se respetaron los días de publicación. De hecho en los casos analizados se presentó más de un oferente a competir por la adjudicación», aseguraron desde Modernización. Freire, empresario y ministro más rico del gobierno, además está en la mira de la Coalición Cívica por haber pertenecido al directorio de IRSA y manejar dos organismos que la desarrolladora inmobiliaria mira con especial interés: la Corporación Buenos Aires Sur y la flamante Agencia de Bienes. El auditor porteño de la CC, Facundo Del Gaiso le pidió hace dos semanas que se excuse de intervenir en los expedientes que tienen a IRSA como protagonista y expresó su «preocupación» por la «evidente y notoria falta de ética en el ejercicio de la función pública» de Freire, quien declaró una deuda con la empresa por más de $ 300 mil. «Es un horror que este hombre sea ministro. Tiene un claro conflicto de intereses», reflexionaron desde la Coalición, que a nivel nacional es socia del macrismo en Cambiemos.

«El sistema de contrataciones es una formalidad. Es imposible cumplir con los plazos que exige Modernización. Salvo que te pasen los pliegos antes de que los publiquen», se indignó un empresario que tiene varios años en el rubro de la producción de eventos. «