La nueva administración de Aerolíneas Argentinas dice que el último paro de pilotos le costó a la firma $ 75 millones que «de algún lado van a salir». Los trabajadores retrucaron que si la empresa hubiese concedido desde el vamos el aumento del 45%, el costo habría sido más bajo que la pérdida por la medida de fuerza.

El mercado aeronáutico es un hervidero. La llegada del frente Cambiemos amplificó las antinomias tradicionales, al calor de decisiones gubernamentales que llevan al sector a paso firme a la apertura de los cielos, con la consecuente llegada de operadores internacionales que presionan con reclamos de flexibilización como condición inevitable para el desembolso concreto de inversiones.

Esta semana una huelga de pilotos elevó la temperatura. La presidenta de Aerolíneas, Isela Costantini, salió al ruedo con un mensaje duro, advirtió al personal sobre los costos del paro y realizó fuerte hincapié en la pérdida de la «confiabilidad». El mensaje rompió con el tono familiar que la ex General Motors suele imprimir a su estrategia de comunicación pero, lejos de convencer, el texto parece haber afirmado a los pilotos en su posición.

Los trabajadores reclaman un incremento del 45% pero la última oferta de AA fue del 31 por ciento. La negociación continuará el martes y la administración de la empresa adelantó a Tiempo que ofrecerá un incremento del 35 por ciento. Los trabajadores insisten con que es poco y no descartan continuar con el plan de lucha.

Un alto dirigente de la Asociación de Pilotos (APLA) fue vehemente para restar autoridad a Costantini. En diálogo con este medio recalcó que «la empresa no maneja el conflicto ni la caja sino (el coordinador económico de la jefatura de Gabinete, Gustavo) Lopetegui (ex CEO de LAN, competidora de Aerolíneas), con lo cual la decisión de acordar o no acordar con los trabajadores es política. No hay un criterio económico o racional en la postura empresaria», resaltó el dirigente. La sospecha respecto de la advertencia de la empresa es clara: «quieren decir que los 75 millones van a salir del reajuste presupuestario», lo que pone en pie de guerra a los empleados frente a un posible impacto en la estabilidad laboral.

Las turbulencias facilitan el tráfico de especulaciones. Los trabajadores sospechan que la empresa tiene un plan que trasciende lo estrictamente salarial y busca provocar a cierto sector de los sindicatos para generar en un escenario que facilite el avance de una política de ajuste. «Políticamente no quieren hacerse cargo del costo de voltear Aerolíneas y le quieren pasar el peso de esa decisión a otro actor», reflexionó un gremialista al recordar otra frase que lanzó Costantini en la semana: «Privatizar Aerolíneas sería como privatizar la Selección de fútbol.»

En APLA defendieron el reclamo de un aumento del 45% «acorde con la inflación que midieron todos los indicadores entre octubre de 2015 y septiembre de este año. El paro es dañoso pero uno no llega a la medida por ganas de hacer daño», expresó otro dirigente que asoció el reclamo de los pilotos con otros sectores del mundo aeronáutico como los maleteros que el viernes pararon por varias horas la actividad normal en los aeropuertos.

Por su parte, Aerolíneas defendió su voluntad de mantener el diálogo y en ese marco destacó la mesa abierta con APLA. El viernes, un vocero consultado por Tiempo dijo que ese gremio «está en quite de cooperación sin afectar el servicio», pero agregó que el jueves «hubo seis vuelos suspendidos, cinco de cabotaje, uno internacional» que afectaron a 1600 personas.

La fuente se refirió al aviso de que el costo del paro «de algún lado va a salir». El problema, planteó, obedece a la quita de subsidios. Entre 2008 y 2015, la empresa recibió un promedio de U$S 678 millones anuales y se sabe que en 2016 recibirá un total de U$S 300 millones. Según el Presupuesto 2017, el programa de política aerocomercial que incluye el financiamiento a Aerolíneas, posee 3000 millones de pesos, unos U$S 375 millones al tipo de cambio previsto.

El vocero recordó que la paritaria de los pilotos vence recién el 30 de septiembre y marcó la diferencia con la paritaria de los Aeronavegantes, que cerró el jueves en un 35 por ciento. Esta semana también negociarán salarios la Asociación del Personal Aeronáutico (tráfico); Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (pilotos de Austral) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (mecánicos). «

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