«Queridísimo Papa Francisco: Te escribo para decirte cuánto te necesitamos todos. La estamos pasando muy mal, el país parece una montaña que se cae a pedazos como cuando sucede un terremoto.

Sé que no vas a venir, las Madres estamos cumpliendo el 30 de abril 40 años de lucha, sin falta un solo jueves a la Plaza. 2036 marchas, quedamos muy pocas, pero construimos un puente indestructible entre nuestros hijos y las nuevas generaciones que se tomaron la Patria en serio, así que las Madres moriremos tranquilas porque la lucha y la defensa de la vida está en las mejores manos, ¡la juventud! que está comprometida con la lucha por los otros y para los otros.

Francisco, te pido que el 30 no te olvides de nosotras, que le pidas al Tatita Dios que no nos abandone. Me despido con un fuerte abrazo y un “vení que te necesitamos”.

Hebe.
Pd: Sé que vos pensás que si venís le hacés un favor al Pastor Mauricio. Yo te pido que pienses en cuanto bien le harías a millones si venís».

Hebe de Bonafini le envió estas líneas a Jorge Bergoglio el pasado 19 de abril. El 5 de mayo, la líder de Madres de Plaza de Mayo recibió la contestación esperada.

«Querida Hebe: Muchas gracias por tu carta del pasado 19 de abril. Te agradezco también el libro que me hiciste llegar con motivo de la conmemoración de los 40 años de Asociación Madres de Plaza de Mayo.

Te agradezco lo que me decís en la carta y quisiera reiterar lo que dije tantas veces y te lo expresé cuando estuviste en el Vaticano: frente al dolor de una madre que pierde a sus hijos de una manera tan cruel y violenta siento un profundo respeto y la necesidad de acompañarla con mi cercanía y oración. Sólo ella sabe lo que es ese sufrimiento.

Todavía no hay nada decidido sobre mi viaje a Argentina. Tengo en cuenta tus palabras.
Por favor, no te olvides de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.

Afectuosamente, Francisco»