Por un temor a la interna entre las facciones de la barra de River, el partido del próximo domingo a las 20 entre el Millonario y Defensa y Justicia, finalmente, se jugará en Florencio Varela y sin público visitante. Así, parece haber quedado atrás lo que anunció apenas diez días atrás Juan Manuel Lugones, titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, que aseguró que “estaban fuertes para la vuelta de los visitantes”.

La Asociación del Fútbol Argentino había confirmado el lunes por la noche que Defensa iba a hacer de local en la cancha de Racing y que los hinchas visitantes tendrían disponibles unas 15 mil entradas. Pasado el mediodía del martes, la situación ya era bien distinta: el partido se jugará en el Norberto Tomaghello, de Varela, sólo con simpatizantes locales.

La explicación oficial del presidente del Halcón, Ariel Lemme, fue que “River no quería hacerse cargo de la venta de entradas”. Del otro lado, Rodolfo D´Onofrio lo confirmó: «No podemos hacer la venta de entradas. Cuando uno va de visitante, la organización depende del otro club». Más allá de esos argumentos, los verdaderos motivos para que el partido no se juegue en Racing tiene que ver con el temor de que una facción disidente de los Borrachos del Tablón pueda reaparecer en Avellaneda. El domingo pasado, en el partido ante San Martín de San Juan, aparecieron pasacalles en las afueras del Monumental. Esa amenaza, sumado a que Boca jugará de local a las 18, a pocas cuadras del Cilindro, llevó a que se echara por tierra la idea de que hubiera hinchas de River en Avellaneda.

Así, en esta programación fallida, quedaron al desnudo el Comité de Regularización de la AFA, que otra vez cambió sobre la marcha la programación de la fecha; la Aprevide, que después de anunciar con bombos y platillos el regreso del público visitante en la Provincia de Buenos Aires, algo que en la fecha pasada sólo ocurrió un partido de los ocho que se jugaron; y también el Ministerio de Seguridad, que con Patricia Bullrich a la cabeza el 9 de setiembre puso en marcha el programa Tribuna Segura “para terminar con las barras en el fútbol argentino”.