Este domingo, en el último día antes de convertirse en presidente electo si se confirman todos los pronósticos, Alberto Fernández tratará de ir a votar temprano. Tiene previsto hacerlo a las 9, apenas se abran las mesas, en la UCA de Puerto Madero. Debido a que se espera una gran cantidad de medios y la disposición de esa universidad no es cómoda, desde el equipo de campaña decidieron transmitir en vivo el momento de la votación a través de las redes. Después, el candidato peronista va a almorzar en su departamento con su pareja, Fabiola Yánez, y amigos. En su entorno dicen que también intentará sacar a pasear a su perro Dylan.

En tanto, su compañera de fórmula, Cristina Fernández, votará en Santa Cruz y volará a Buenos Aires a participar del acto, a diferencia del domingo 11 de agosto, cuando envió un mensaje grabado. El comando de campaña estará instalado en el mismo lugar que en las PASO, El Centro Cultural C, ubicado en Chacarita. Estará con la ocupación al límite debido a la gran cantidad de dirigentes y medios nacionales e internacionales que se esperan. En esta fecha bisagra, los oradores serán ambos integrantes de la fórmula y Axel Kicillof. Y Si Matías Lammens logra llegar al balotaje también hablará.

Luego saldrán a saludar al escenario ubicado en la calle. Los más de 100 mil militantes que se espera que se acerquen podrán seguir lo que suceda adentro del bunker a través de las pantallas que se instalarán desde temprano sobre la avenida Corrientes. Sin embargo, de ganar la elección, no se descarta que haya concentraciones y festejos en otros puntos de la ciudad como el Obelisco y Plaza de Mayo.

Respecto de la transición que empezaría mañana, de confirmarse todos los pronósticos que dan ganador a Alberto F en primera vuelta,  el objetivo del peronismo es tomar conocimiento de la situación de cada sector de gobierno. Sin embargo, hasta el momento no hubo contactos con funcionarios de ninguna cartera. En el equipo del FdT se espera una transición difícil. La preocupación principal está puesta en el dólar y las reservas. Alberto Fernández repite cada vez que se lo preguntan que, si gana, está dispuesto a ir a la Casa Rosada a reunirse con Mauricio Macri mañana mismo.

“Hasta ahora la transición no comenzó. El lunes se empezará ese trabajo. Veremos cómo se comparta el oficialismo saliente”, dicen con cautela desde el FdT.

Algunos dirigentes, ya con sillón asegurado en ministerios centrales, han querido ponerse en contacto con funcionarios salientes, incluso con cuadros medios, pero no han tenido suerte.

Lo que más preocupa a Fernández es con cuántas reservas se va a encontrar el 10 de diciembre. El viernes pasado  el Banco Central perdió 1755 millones de dólares y dejó las arcas en apenas 43.503 millones. Las divisas en custodia de la autoridad monetaria cayeron en casi 4000 millones sólo en los últimos cinco días.

En el albertismo evalúan también ciertas decisiones que se tomarán a partir del 10 de diciembre, si las urnas arrojan un resultado favorable este domingo. Una de las herramientas a las que Fernández echará mano es la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que depende de Jefatura de Gabinete. Este órgano, que cuenta con unos 70 investigadores que buscan y procesan información nacional e internacional en materia financiera y de seguridad, estaría bajo la órbita del eventual jefe de ministros Santiago Cafiero. Será clave en el asesoramiento sobre política exterior en momentos de renegociación de la deuda y re vinculación con acreedores. Aunque cumple una función parecida a la cuestionada Agencia Federal de Inteligencia (AFI) no tiene operatividad en la práctica, sólo la función de brindar información sistematizada.

En el equipo del FdT, aseguran que las primeras medidas estarán destinadas a atacar los efectos de la crisis. El anunciado plan Argentina contra el Hambre, junto con una batería de propuestas para los beneficiarios de planes sociales, son dos de los ejes que pondrían en marcha desde el primer día.

En tanto, en el área de Justicia que, de ganar este domingo, Marcela Losardo estaría en primera fila, aunque separada de un eventual ministerio de Derechos Humanos para el cual hay dos propuestas en danza. Una es que sea comandado por una figura proveniente de los organismos-el nombre que suena es Remo Carlotto- y otra es que sea un perfil más técnico, basado en la formación, y que atraviese de manera transversal al resto de los ministerios, con una agenda más amplia, que cruce temas de seguridad, desarrollo social, salud y educación. También se propone que tenga capacidad de intervención en políticas públicas en un año en el que la pelea por el derecho al aborto volverá a protagonizar la agenda, luego que el candidato más votado en las PASO se pronunciara a favor. «