El presidente Alberto Fernández reclamó a la Cámara de Diputados que abra el debate de la reforma judicial enviado por el Poder Ejecutivo “para que la ciudadanía tenga la Justicia que se merece”, con “jueces dignos, éticos, moralmente irreprochables y técnicamente preparados”.

“Es necesario que la Justicia funcione, que tengamos jueces preparados técnicamente, jueces probos y una justicia rápida. Son tres cosas para que el Estado de derecho funcione”, planteó el presidente al encabezar este mediodía la inauguración de las obras de ampliación del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús.

La actividad presidencial concluyó minutos antes de que se diera a conocer el fallo de la Corte Suprema que dispuso que los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia podrán permanecer en los cargos a los que fueron trasladados, pero de manera provisoria hasta que sean designados magistrados titulares en esos lugares, según el procedimiento de rigor establecido por la Constitución, que incluye el concurso.

La definición de la Corte Suprema en relación al tercer juez que se encontraba en similar situación, Germán Castelli, se dará a conocer el próximo jueves.

Tras comenzar su discurso para celebrar y referirse a la noticia de la inminente llegada al país de la vacuna rusa contra el coronavirus, el presidente dedicó varios minutos para reflexionar sobre los alcances de su proyecto de reforma de la justicia federal, “que sólo busca que tengamos herramientas para juzgar el crimen organizado rápidamente” y que no pretende “poner jueces amigos y trasladarlos de un lugar a otro”.

“Yo una y otra vez recurro al Estado de Derecho porque soy un abogado. Me formé en la Universidad de Buenos Aires, amo la lógica del Estado de Derecho, no quiero creer que no es posible vivir en un estado de derecho, no quiero creer que los pícaros nos ganen, no quiero creer que los sinvergüenzas se salen con la suya”, sostuvo el mandatario desde Avellaneda, acompañado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

“El Estado de Derecho es garantizarle al ciudadano que el que delinque va a ser apresado, procesado, juzgado, condenado” y que “una vez que cumpla su condena, pueda volver a la sociedad, ayudándolo a que se reinserte como corresponde”, reflexionó.

Además, Fernández subrayó que los años pasados “no fueron un buen ejemplo” porque hubo un “mal uso de las instituciones de un gobierno de turno”.

“Los espías entre los jueces y usar a los jueces para perseguir opositores no fueron una buena idea. Presionar a gente para que se arrepienta e involucre a otros en las causas tampoco fue una buena idea. Eso no es el Estado de Derecho. Nosotros no queremos eso”, afirmó.

Al hablar sobre la inseguridad, señaló que para combatirla “es muy importante que haya más patrulleros en las calles, más cámaras controlando, porque cuanto más presencia policial hay en las calles más se previene el delito y menos seguros se sienten los que delinquen porque saben que las posibilidades de apresarlos son más cercanas”.

“El problema de la inseguridad no la padecen los ricos. Los ricos tienen formas de cuidarse. Algunos se suben a autos blindados, viven en casas custodiadas, casas llenas de cámaras. Countries y barrios privados con custodia interna”, sostuvo durante el acto, con nutrida concurrencia de intendentes bonarenses.

En cambio, el presidente advirtió que quienes padecen la inseguridad son aquellos que “tienen que tomarse un colectivo o un tren para ir a trabajar” o los que “andan por las calles caminando” y sostuvo: “A ellos es a quienes debemos darles una respuesta”.

Sobre las obras presentadas, destacó el “enorme esfuerzo” del Municipio de Avellaneda para que los “jueces tengan un lugar digno donde trabajar” y para que los que deban “cumplir una pena tengan jueces de ejecución penal que controlen esas penas adecuadamente”.

“Vamos, desde hoy, que ya tenemos un horizonte, más felices que nunca, a reconstruir la Argentina que nos merecemos”, cerró.

También participaron del acto el ministro del Interior, Eduardo de Pedro y el intendente local, Jorge Ferraresi, así como también el presidente de la Suprema Corte de Buenos Aires, Daniel Fernando Soria.

Durante la actividad, se llevó a cabo la firma de un convenio entre el Ministerio del Interior y la Municipalidad de Avellaneda para la ejecución de obras con financiamiento del Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata.

Más cerca de la vacuna contra el coronavirus

El presidente se refirió a la vacuna desarrollada por Rusia. “La verdad es que no me importa quién es el que la produce. Y a veces escucho hablar con tanta liviandad porque también cuando hablan de Rusia pareciera que están hablando no sé de qué. Están hablando de una potencia mundial que tiene 28 premios Nobeles. Un país que ha desarrollado la ciencia y la tecnología como una de las grandes potencias que es”.

El jefe de Estado hizo estas manifestaciones al encabezar, en el partido de Avellaneda, el acto de inauguración de las obras de ampliación del edificio donde funciona el Departamento Judicial Avellaneda/Lanús, que permitirá facilitar el acceso a la justicia de los vecinos de la zona, acompañado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof y otras autoridades.

Agregó que “por si alguno todavía no se enteró que se terminó el mundo bipolar, que se terminó la Guerra Fría, nos meten en una discusión que a ninguno de nosotros nos importa. Porque lo único que nos importa es ponerle fin a la pesadilla de la pandemia”.

Además, Fernández anunció que se reunirá con las máximas autoridades del Ministerio de Salud de la Nación para “diagramar el proceso de vacunación. Ya sólo pensar que estamos viendo en cómo vamos a vacunar a los argentinos en cualquier rincón del país, es algo que nos alienta”.

“Porque la pandemia tenía eso de horrible. Eso que les dije el primer día: estamos peleando contra un enemigo invisible que no vemos, que está acechándonos en algún lugar donde no lo encontramos pero que indefectiblemente nos ataca, nos enferma y se lleva la vida de unos cuantos de nosotros”, agregó.

En ese sentido, puntualizó que “así pudimos encarar esta discusión que, en verdad, nosotros no le preguntamos a nadie qué ideología tiene la vacuna, lo que preguntamos es si salva vidas de argentinos. Y si salva vida de argentinos, vamos y la compramos y la inyectamos en los argentinos para que salve vidas”.

El Jefe de Estado admitió que “estábamos muy preocupados por ver donde estaba el horizonte. El horizonte empieza a verse y por eso tenemos que ser optimistas y por eso tenemos que estar más tranquilos que nunca. Nunca estuvimos tan cerca de ponerle fin a la enfermedad”.

Sin embargo, insistió en que “mientras tanto no olvidar que hay que seguir con todos los cuidados que hasta hoy hemos tenido y que yo le agradezco a la inmensa mayoría de los argentinos que respetó el quedarse en cada cuando hubo que quedarse, que respetó el distanciamiento, que respetó lavarse las manos una y otra vez, que respetó el frotarse con alcohol las manos porque no saben cómo ayudaron a prevenir que la cosa no fuera peor”.

Dijo finalmente que “ahora que hemos superado esa instancia y empezamos a ver un horizonte, ahora sí tenemos mucha libertad para hacer todo lo que queríamos hacer ese 10 de diciembre cuando llegamos al gobierno. Vamos a dar vuelta la Argentina de una vez y para siempre”.