El presidente Alberto Fernández se reunió en su despacho de la Rosada el gobernador bonaerense Axel Kicillof, y poco antes lo había hacho con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, referente de Juntos por el Cambio. El primer mandatario, entre otros temas, se propuso articular para destrabar ley impositiva bonaerense. En ese sentido, incrementó su política de proximidad con los intendentes de Buenos Aires que no sean del Frente de Todos.

Por su lado, el gobierno de Axel Kicillof intensifica las negociaciones con legisladores, intendentes y dirigentes de la oposición en busca de un preacuerdo. La intención es consolidar el frente para que este miércoles haya una primera sanción de la ley impositiva, ante la imposibilidad de haberlo hecho hace una semana en el Senado de la provincia. En esta ocasión, la puerta de entrada será la Cámara de Diputados. El proyecto que contempla, entre otros, ajustes de 75% en el Inmobiliario Urbano y Rural, subas en alícuotas de Ingresos Brutos a medicamentos y un nuevo esquema de distribución de los fondos nacionales para los municipios.

A la reunión entre Alberto Fernández y Kicillof se integraron el ministro Eduardo «Wado» de Pedro y el jefe de gabinete Santiago Cafiero. El gobierno bonaerense deberá afrontar vencimientos de deuda por unos US$ 580 millones durante enero, por lo que su situación financiera es muy delicada.

Para las próximas horas también se esperan rondas de diálogo entre los presidentes de ambas Cámaras, Verónica Magario y Federico Otermín, y los jefes de los bloques de la oposición en Senadores y Diputados, Roberto Costa y Maximiliano Abad.